La música tiene mucha influencia en nuestro estado de ánimo. La música influye en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de actuar, en nuestra forma de percibir y, finalmente, en nuestra salud. Y como dice la cantante Rozalén, “la música es más importante de lo que pensamos para el ser humano. Pero en mi caso además, es mi vía de escape. Gracias a ella me libero”. Y Serrat añade: “Yo no hago canciones para dar mensajes, sino para hacer compañía”.
Escuchar música provoca una gran variedad de estímulos cerebrales que influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el control de la ansiedad o la fatiga. Además, puede ayudar a rebajar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, contribuye a reducir el dolor, al liberar endorfinas, que actúan como analgésicos naturales, ayuda en desórdenes neurológicos como el Alzheimer, Parkinson o Autismo, además de que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad, la plasticidad, fortalece el sistema inmunológico, aumenta el optimismo y protege el envejecimiento cerebral. Muchas cosas que la música mueve para el cuerpo y la mente. Es fuente de Alegría y Sílvia Pérez Cruz decía: “Canto canciones tristes para ser feliz, es una terapia, así es como me limpio”.
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