5 de octubre de 2018. Es la fecha límite que fijó el Gobierno para que finalice el proceso de renovación de las tarjetas sanitarias, que deberán ser interoperables en todo el territorio nacional a partir de entonces. Tras décadas de intentos fallidos, el Real Decreto 702/2013, que modificaba otro de 2004, fijó por fin un marco temporal para la implantación de unos requisitos comunes en todas las tarjetas sanitarias de las comunidades. Esto debería permitir, por fin, compartir las recetas electrónicas y el historial clínico entre todos los servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS), como prevé el Plan de Calidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Pero del dicho al hecho hay un trecho.
"La interoperabilidad está muy lejos de cumplirse"
Hoy por hoy, solo Castilla-La Mancha, La Rioja, Madrid y Cataluña siguen sin tener tarjetas que se ajusten a la normativa. Fuentes ministeriales aseguran que llegarán en plazo, pero esto no quiere decir que el resto de comunidades compartan ya datos de los pacientes. La interoperabilidad, que debería ser el verdadero objetivo del ministerio