El Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz de Idcsalud ha organizado el IX Ciclo Seminarios de Biomedicina en el que entre otros asuntos se ha abordado el presente y futuro de la epigenética. A través de esta jornada la Fundación Jiménez Díaz potencia su compromiso con la investigación de primer nivel en este campo.
En este encuentro ha participado Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell) y jefe del Grupo de Epigenética del Cáncer y ganador del Premio Rey Jaime I de Investigación Biomédica.
Durante su conferencia Esteller ha reconocido que, aunque el mayor esfuerzo en esta disciplina se está desarrollando con la investigación oncológica, “todas las patologías tienen un componente epigenético”. Así, las enfermedades neurodegenerativas o cardiovasculares podrán beneficiarse en el futuro de los avances de esta disciplina. No obstante, una podría destacar sobre las demás: la enfermedad de Alzheimer. “Hemos logrado un 60 por ciento de curación en cáncer, pero en Alzheimer es del cero por cien; hay que investigar este camino, porque igual que se han encontrado fármacos oncológicos, podríamos conseguir lo mismo con esta enfermedad neurológica”.
Como método para lograrlo, Esteller ha señalado el ejemplo de la realización de genomas completos: “También podría hacerse lo mismo con el epigenoma de los tejidos afectados para obtener una idea de las alteraciones que se están causando”.
En cualquier caso, hasta el momento, los grandes beneficiados por el desarrollo de la epigenética son el diagnóstico y el tratamiento del cáncer: “Ahora vemos las alteraciones que presentan los tumores a nivel epigenético, marcas químicas que controlan el ADN y modifican la programación celular. Parte de estas alteraciones pueden emplearse como marcadores de la enfermedad para determinar la agresividad de la neoplasia o la sensibilidad a un fármaco”.
La investigación epigenética también puede utilizarse como diana terapéutica en el desarrollo de fármacos que consigan tornar la célula tumoral en otra más similar a una célula sana. Ya hay cinco fármacos logrados de esta forma: tres inhibidores de la histona deacetilasa y dos inhibidores de la metilación del ADN.
Fuente: redaccionmedica.com