Hay personas que marcan la vida de la sociedad y de todo un país sin que su militancia nada tenga que ver con la política, el poder o el dinero. Tienen un perfil solidario, altruista y no están de moda. Ni tan siquiera buscan la gloria ni el reconocimiento público y no viven en Madrid o Barcelona. Sin embargo, son héroes, luchan por causas que se resisten a que sean perdidas y cambian la vida de cientos de miles de personas, aunque la sociedad ni tan siquiera sea consciente de ello.
Diario16 inicia con este reportaje una serie sobre personas que cambian el mundo desde el anonimato y la entrega personal. Hoy comenzamos con una mujer que revolucionó el sector del asociacionismo y del Alzheimer hace ya tres década y que hoy, con 70 años y cuatro nietos, sigue luchando como el primer día por los afectados y sus familias. La lucha contra el Alzheimer en España tiene nombre de mujer y es el de Magdalena Hernández Mediero.
Castellana, austera, firme y discreta, muy en la línea de su tierra. Así es esta mujer que hace tres décadas lloraba a su madre tras sufrir ésta una terrible enfermedad, que fue larga, cruel y que le borró la memoria y a Magdalena el corazón. Así Hernández Mediero juró que “mis hijas no pasarán por lo que yo he pasado, hay que ayudar a las familias y cambiar el rumbo del Alzheimer”. Y vaya si lo cambió. El más difícil todavía es hacerlo de una pequeña ciudad de provincias como Salamanca y que además eso tuviera una repercusión en toda España.
Los inicios
Magdalena Hernández Mediero fue pionera en el asociacionismo del Alzheimer. Incluso, aunque Cataluña se haya llevado la gloria, superó a Barcelona en la puesta en marcha de AFA Salamanca (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer). Hoy, tres décadas después, hay prácticamente una asociación de éstas en cada municipio de más de 5.000 habitantes en España y están representadas por una confederación potente y muy tenida en cuenta por las instituciones: CEAFA.
Pero hace 30 años era complicado hasta que te recibieran en las instituciones. Hernández Mediero tiene memoria –afortunadamente y pese a su obsesión de que podría acabar como su madre- goza de una magnífica memoria y podría escribir un libro sobre este periplo social, institucional y de miles de familias desesperadas en busca de ayuda. ¡A qué político que se precie no habrá recurrido Magdalena!, en Castilla y León y en España. De momento, prefiere ser discreta, pero no descarta publicar un libro donde veríamos cómo a quién hoy se le llena la boca con su apuesta por los afectados de Alzheimer, la tenía horas esperando para recibirla. Entonces ni estaban ni se les esperaba, y hoy son los que se hacen la foto con los afectados y sus familias en los grandes eventos institucionales de ámbito familiar. Curiosamente a actos a los que no se invita a Magdalena. Cosa que no la importa en absoluto.
El poder económico, financiero y empresarial también se resistió al principio. Hoy nadie hace esperar a Magdalena Hernández Mediero.
Los logros
En estos años, la presidenta y fundadora de AFA Salamanca ha conseguido crear centros de día, una residencia espectacular y específica para afectados de Alzheimer y otras Demencias, sensibilizar y concienciar a la sociedad –incluidas sus instituciones- y puntualmente ha recibido el apoyo de personas como la duquesa de Alba, Romay, María Teresa Campos o la periodista ya fallecida “Doña Adelaida”.
Magdalena les recuerda a todos ellos con cariño, “al principio todo era complicado y la implicación de estas personas fue muy importante para seguir adelante, dar visibilidad a la enfermedad y que la sociedad entendiera que en una población envejecida como la nuestra, esto nos iba a afectar a todos”, explica.
Y así ha sido. En España hay más de 650.000 personas con Alzheimer y otras Demencias, 5.000 de ellas en Salamanca.
En tres décadas, esta mujer, paso a paso, ha logrado aportar medios sociosanitarios y apoyo, además de información e infraestructuras, a más de 5.000 afectados de Alzheimer, a un total de 10.626 familias. Por sus centros de día y residencia han pasado ya un total de 3.980 pacientes.
Todo esto, y una inversión para infraestructuras de un total de más de tres millones de euros es la aportación de Magdalena Hernández Mediero a Salamanca. Pero su lucha, influencia y mensaje ha traspasado fronteras internacionales donde esta mujer que con más de 40 años se sacaba el Graduado Escolar “para poder ayudar a mis hijas a hacer los deberes” ha marcado un hito en el asociacionismo en España, las terapias no farmacológicas o la formación a cuidadores, especialmente las mujeres, que son las que principalmente realizan esta función dentro de las familias afectadas con un enfermo de Alzheimer.
El reto
Sin embargo, hoy su asociación sólo tiene 945 socios. Por eso Magdalena, que nunca se rinde, ha iniciado esta misma semana una campaña, que se ha lanzado desde el Ayuntamiento de Salamanca como la casa de todos pero con tan sólo el esfuerzo de AFA, para conseguir el reto de llegar a 5.000 socios en 2017 por tan sólo una aportación de 20 euros al año.
Poco pide Magdalena Hernández Mediero, que ayudó a crear la más importantes asociaciones de referencia de España de familias de Alzheimer, que recorrió el país y parte de Europa en concienciar y aprender también lo que se hacía en otros lugares, que se formó e informó sobre lo que de verdad necesitan los afectados y sus familias y que ha aportado recursos personales y buena parte de su tiempo, alma y corazón para mejorar la calidad de vida de los enfermos de Alzheimer y sus familias.
Por eso su campaña de captación de socios es nacional. Porque fue ella la que lanzó el concepto de centros de día para enfermos de Alzheimer en toda España, porque aportó de forma altruista –incluso costándole dinero- su experiencia a cada familia en cualquier punto de nuestro país que se lo pedía y porque sigue siendo leal a una causa que sigue necesitando el aliento de personas como Magdalena Hernández Mediero.
Si en tres décadas consiguió poner en marcha importantes infraestructuras para los enfermos de Alzheimer, hoy AFA como asociación necesita recursos para mantenerlas. Y por eso se lanza esta campaña No me olvides.
Magdalena Hernández Mediero, después de 30 años de dedicación, sólo pide 20 euros al año para que siga en pie todo lo que ha construido. No se puede pedir menos por más, por tanto, por toda una vida.
Fuente: http://diario16.com