El resultado de un nuevo estudio sobre sus efectos ha conectado la antigua práctica de la meditación con muchos beneficios cognitivos, desde una mayor capacidad de atención y concentración a la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión, además de mejorar el control cognitivo y la función ejecutiva.
La meditación es buena para el cerebro. El resultado de un nuevo estudio sobre sus efectos ha conectado la antigua práctica de la meditación con muchos beneficios cognitivos, desde una mayor capacidad de atención y concentración a la reducción de los síntomas de ansiedad y depresión, además de mejorar el control cognitivo y la función ejecutiva.
De acuerdo con un nuevo estudio del Centro UCLA, la meditación también puede proteger al cerebro del envejecimiento. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad Nacional de Australia descubrieron que los cerebros de quienes practican meditación a largo plazo se ven menos afectadas por el envejecimiento de los cerebros de los que no meditan.
El cerebro comienza su proceso de envejecimiento en la década de los 20 y continúa disminuyendo en volumen y peso a través de la vejez. La meditación, además de impulsar el bienestar emocional y físico, en cualquier momento en la vida, puede ser una manera eficaz de prevenir las enfermedades neurodegenerativas como la demencia, el Alzheimer y el Parkinson, así como ayudar a evitar algunos signos de la declinación cognitiva propia del envejecimiento.
El nuevo estudio se basa en un estudio llevado a cabo en 2011 donde se demostró que las personas que meditan exhiben menos atrofia asociada a la edad en la materia blanca del cerebro, material que compone casi la mitad del cerebro y se compone de fibras nerviosas que el cerebro utiliza para comunicar.
En este nuevo estudio, los investigadores analizaron la relación entre la meditación y la preservación de la materia gris, el tejido donde se produce la cognición y los recuerdos se almacenan. Examinaron los cerebros de 100 participantes, 50 personas que habían estado meditando durante una media de 20 años y 50 que nunca habían meditado. Ambos grupos estaban compuestos por 28 hombres y 22 mujeres entre las edades de 24 y 77. Los cerebros de los participantes fueron escaneados y ambos grupos mostraron una disminución de la materia gris con la edad avanzada, pero los meditadores de largo plazo experimentaron reducciones más pequeñas en el volumen de materia gris que los que no meditaban. Parecía que la materia gris, en los que meditaban, se conservaba mejor.
“En los meditadores, esta relación entre la pérdida de materia gris y la edad no fue tan pronunciada”, según el coautor del estudio, el Dr. Florian Kurth confirmó a The Huffington Post. “Sorprendentemente, no fue tan pronunciada en muchas regiones del cerebro”. “El siguiente paso de esta investigación sería un estudio de seguimiento de los cerebros de un grupo de meditadores y no meditadores a lo largo de muchos años para examinar los cambios que se han producido como resultado directo de años de meditación”, dijo Kurth. Y confirma, “si estos resultados son replicados, este será un avance muy importante", concluyó.