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La música es beneficiosa para el desarrollo cerebral integral del niño y una terapia para los pacienten de Alzheimer

La música desde la más remota actividad es un medio de expresión humana que se transmite a las personas y sus efectos sean vocales o instrumentales son de un efecto casi mágico y que afecta de forma increible en el cerebro. La música no debe faltar en donde hay niños o padres y abuelos

Los primeros tres años de la vida de un niño representan un periodo importante en el futuro de todo individuo, ya que allí se establece esa relación especial entre padres e hijos llamada “apego”, la música puede contribuir a fortalecer este vínculo y lograr que se convierta en una relación sana y operativa. Cuando los padres les hablan a sus hijos pequeños, deben ajustan sus voces para hacerlas más suaves, más rítmicas, más musicales.

La música puede ser un vehículo para el desarrollo integral del niño que abarque las áreas cognitiva, social, emocional, afectiva, motora, del lenguaje, así como de la capacidad de lectura y escritura.

La música es un medio de expresión universal, se cree que sus orígenes se relacionan con la propia voz del hombre. Los primeros instrumentos musicales aparecieron hacia el año 2500 a.C., en la cultura egipcia. En la Grecia y Roma antiguas, alrededor del siglo v a.C., la música fue esencialmente vocal, e hizo uso de instrumentos de percusión, de cuerda y de viento. Alrededor del siglo v d.C., la era cristiana trajo consigo la aparición de cantos litúrgicos. En la Edad Media aparecieron los cantos gregorianos como la manifestación musical más importante de la época. En los siglos XVII y XVIII apareció la ópera, que con la música instrumental y los grandes compositores de música clásica (Vivaldi, Beethoven, Schubert, Brahms, Mozart y otros),   representaron la madurez de la música.

En los siglos XIX y XX se produjo una ampliación y perfeccionamiento de los diferentes instrumentos musicales. La música comenzó a utilizarse como método terapéutico especialmente en la segunda mitad del siglo XX, debido al reconocimiento de sus efectos sobre el estado afectivo y de atención de los individuos.

El cerebro sus dos hemisferios con funciones diferentes y especiales

El cerebro humano constituye el órgano más importante y de mayor complejidad del sistema nervioso, es un órgano que durante la infancia sufre cambios madurativos y que es altamente sensible a los estímulos externos. Anatómicamente lo podemos dividir en dos hemisferios (derecho e izquierdo), cada uno con características funcionales diferentes y especiales, compuestos por lóbulos y cubiertos por una estructura denominada corteza cerebral en la cual se encuentran las áreas del desarrollo humano.

Los estudios neuroanatómicos han demostrado que el hemisferio izquierdo se especializa en el procesamiento del lenguaje y el hemisferio derecho en la percepción y procesamiento de la música.

El cerebro humano funciona por medio de conexiones (sinapsis) que realizan las células cerebrales denominadas neuronas y que son las encargadas de transmitir el impulso nervioso que determina nuestra conducta.

El cerebro humano presenta una alta capacidad de aprendizaje y posee la propiedad de funcionar en situaciones extremas o de déficit tanto orgánicos como funcionales, esta capacidad se denomina plasticidad cerebral.

El efecto “Mozart” de Rauscher y el efecto “Tomatis” de un médico otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, inició una propuesta de rehabilitación dirigida a personas con dificultades auditivas o de lenguaje.

Su programa terapéutico consistía en la estimulación musical a través de escuchar piezas de Mozart y otros compositores clásicos, obteniendo cambios positivos en la rehabilitación del lenguaje y en el desarrollo del habla, a este efecto se le ha denominado “efecto Tomatis”. Asimismo este eminente médico, elaboró un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo del oído humano y reconoció que el feto escucha sonidos dentro del útero materno (tales como los movimientos de la digestión, los ritmos cardíacos y la respiración de la madre). Observó también que el recién nacido se relaja cuando oye la voz de la madre.

En 1993, Rauscher y colaboradores de la Universidad de California, publicaron los resultados obtenidos en una investigación realizada con grupos de estudiantes universitarios, a quienes se les expuso a escuchar durante 10 minutos una sonata de Mozart, logrando puntuaciones altas en las pruebas de habilidades visuoespaciales y cognitivas en general, así como un incremento transitorio del cociente intelectual. A este hallazgo se le denominó “efecto Mozart”.

Estudios posteriores han demostrado que el escuchar música de Mozart desencadena cambios de conducta (en relación a estados de alerta y calma), afectividad (induce estados emotivos) y metabólicos (aumento del contenido de calcio y dopamina en el cerebro).

La música y sus efectos en el desarrollo del cerebro. Las investigaciones que se han referido al efecto de la música sobre el cerebro infantil, han coincidido en que ésta provoca una activación de la corteza cerebral, específicamente las zonas frontal y occipital, implicadas en el procesamiento espaciotemporal.

La teoría Mozart y otras sobre los beneficios de determinados músicos de fama está generalmente aceptada aunque siempre tiene detractores

Asimismo al evaluar los efectos de la música a través de registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música origina una actividad eléctrica cerebral tipo alfa. Todo lo anterior se traduce en lo siguiente: la música (sobre todo la música clásica, de Mozart) provoca:

- Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.

- Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.

- Es una manera de expresarse.

- Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.

- Brinda la oportunidad para que los niños interactuen entre sí y con los adultos.

- Estimula la creatividad y la imaginación infantil.

- Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular. Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.

- Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.

Para concluir sólo resto decir que la música representa un papel importante en el proceso enseñanza aprendizaje de los alumnos (sobre todo los de educación inicial), por lo tanto, los maestros, las instituciones educativas, los padres y el personal de salud, deben conocer los alcances y beneficios que se derivan del empleo de la música como parte importante de la educación integral del menor.

Siempre moderando el optimismo, lo que traemos es un verdadera noticia: en Australia han probado con éxito un tratamiento que revierte la enfermedad en ratones. La clave son las ondas de ultrasonido.

Es un estudio de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia; publicado hace años en Science Translational Medicine. Varios ratones fueron genéticamente alterados para desarrollar Alzheimer antes de someterse al tratamiento de ultrasonido durante un periodo de entre cinco y siete semanas. Las ondas estimularon sus células microgliales, parte del sistema inmunológico del cerebro y encargadas de absorber las placas de amiloides que se asocian a las enfermedades neurodegenerativas.

Los resultados han sido asombrosos: el 75% de los ratones dejó de evidenciar daños cerebrales y recuperó capacidades cognitivas como la memoria, como quedó claro en exámenes y tests como laberintos. El tratamiento de ultrasonido ayudó a los pacientes a liberarse de los depósitos adicionales de proteínas en sus cerebros,   que impedían un funcionamiento correcto del órgano. Y lo mejor de todo: sin efectos secundarios aparentes.

Como bien sabemos, en la actualidad no conocemos demasiadas formas efectivas de luchar contra el Alzheimer. Los tratamientos con fármacos tienen una eficacia muy limitada y efectos secundarios, mientras que las terapias alternativas no han conseguido ir mucho más allá de frenar los síntomas de la demencia, sin acercarse a la cura real de la enfermedad. De ahí que esta investigación australiana haya despertado grandes expectativas en todo el mundo.

En el horizonte, más pruebas, posiblemente en otros animales como ovejas. Las diferencias de grosor entre las calaveras de animales y humanos provoca que para aplicar el tratamiento a personas sean necesarias ondas de ultrasonido más potentes. Por otro lado, aún habría que identificar cuál es la etapa idónea para aplicarlo. El camino a recorrer todavía es muy largo, pero desde luego, parece que se ha encontrado una dirección a seguir.

Las sonatas de Mozart son agradables para el oído, pero la creencia de que potencia la inteligencia de los niños la ponen en duda muchas personas amantes de la música, y también una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Viena y publicada en la revista Intelligence.

A esta conclusión han llegado Jakob Pietschnig y sus colegas tras analizar más de una treintena de estudios que involucraron a cerca de tres mil personas, sin encontrar evidencia alguna de que esa música influyera, al menos, sobre la capacidad de representación espacial.

Desde que en 1993 la psicóloga estadounidense Frances Rauscher anunció que las composiciones del compositor austríaco mejoraban el coeficiente intelectual, muchas familias se han esforzado en que sus hijos, incluso antes de nacer, escuchen música de Mozart. Sin embargo, el nuevo estudio parece poner en duda el "efecto Mozart" y dicen que es sólo una leyenda urbana. "Recomiendo a todo el mundo escuchar la música de Mozart, pero la esperanza de que con ello aumenten sus capacidades cognitivas es en vano", ha señalado Pietschnig.

Fuente: globedia.com

 

 

Con la colaboración de