Los investigadores del Instituto George, en Australia, han descubierto que, si bien la relación entre varios factores de riesgo cardiovascular en la mediana edad y la demencia era similar para ambos sexos, no lo era para la presión arterial. El estudio se ha realizado realizado con algo más de medio millón de personas.
Tanto la presión arterial baja como la alta se asociaban a un mayor riesgo de demencia en los hombres, pero en el caso de las mujeres el riesgo de demencia aumentaba a medida que subía la presión arterial, según el propio estudio.
Jessica Gong, autora principal del estudio, afirmaba que si bien se necesitan más investigaciones para verificar estos resultados, éstos pueden apuntar a mejores formas de gestionar el riesgo. "Nuestros resultados sugieren que un enfoque más adaptado al tratamiento de la hipertensión arterial podría ser más eficaz para prevenir futuros casos de demencia", resalta.
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