Investigadores españoles han detectado que la hormona precursora de la insulina protegería frente al deterioro cognitivo, un descubrimiento que podría suponer una diana farmacológica en el tratamiento de trastornos como la enfermedad de Alzheimer (EA).
Anteriores investigaciones habían demostrado que la proinsulina, que actúa como factor de supervivencia para las células neurales durante el desarrollo del sistema nervioso, era un posible agente neuroprotector, efectivo en modelos de ratón con neurodegeneración de la retina. Ahora, los científicos emplearon modelos de ratón SAMP8 (con envejecimiento precoz y EA) y SAMR1 (control, con menor propensión al envejecimiento), que trataron con proinsulina cuando tenían un mes de edad.
A los seis meses observaron que las capacidades cognitivas relacionadas con el desarrollo de tareas de memoria espacial y de reconocimiento eran similares en ambos tipos de ratón, lo que, de hecho, denotaba una mejora en el ratón SAMP8. Asimismo, en el hipocampo, la proinsulina indujo la activación de vías neuroprotectoras que redujeron la inflamación cerebral.
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