Un grupo de investigadores de EE.UU. ha intentado escudriñar si la manera como se acumula la proteína amiloide tóxica en el cerebro es uno de los sellos distintivos de la enfermedad de alzheimer. Esta proteína puede estar relacionada con diferentes manifestaciones clínicas de la enfermedad y parece que es así cuando el alzheimer avanza muy rápido, lo que no obstante ocurre de forma muy minoritaria.
Los resultados de su estudio se publican esta semana en la revista Nature y habrá que seguir investigando para entender mejor cómo esas proteínas, llamadas concretamente beta-amiloide, se juntan para formar unas estructuras denominadas fibrillas y cómo esto puede estar relacionado con las características y el avance del alzheimer.
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