La enfermedad de Alzhéimer, que afecta a 48 millones de personas en todo el mundo y de la que se detectan cada año 7,7 millones nuevos casos, "afectan a la memoria y solo tenemos un par de mecanismos relacionados con medicamentos que no están haciendo mucho, por ello lo que tendríamos que hacer es un diagnóstico precoz para medir las moléculas que nos van a decir que una persona va a tener alzhéimer" explica José Enrique de la Rubia que junto a Pilar García Pardo son los autores del estudio.
Los investigadores han cuantificado las concentraciones de la inmunoglobulina A y la hormona cortisol en 20 pacientes de Alzhéimer en grado leve y 20 personas sanas sin deterioro cognitivo ni ninguna enfermedad crónica. Ambas moléculas son elementos importantes tanto del sistema inmune como de la producción de estrés respectivamente, y la presencia de alteraciones en ambos sistemas se relaciona con la enfermedad de Alzhéimer.
Fuente: cope.es