Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) se han dado a conocer una serie de recomendaciones para el empleo sonda nasogástrica en el caso de personas con enfermedad de Alzheimer avanzada que presentan dificultades para la deglución.
La alimentación por sonda nasogástrica en pacientes con demencia avanzada y grandes dificultades para tragar no ha demostrado científicamente ofrecer beneficios en mejorar el estado nutricional, ni prolongar la supervivencia o mejorar la calidad de vida en dichos pacientes y puede producir incomodidad al enfermo y riesgos como la aspiración pulmonar del alimento.
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