La terapia no farmacológica (TNF) de intervención multicomponente sobre el cuidador puede retrasar casi 500 días el ingreso del paciente de Alzheimer en una residencia, según ha señalado el director de investigación del estudio 'International Non Pharmacological Therapie Project', Ruben Múñiz.
Este proyecto, coordinado por la Fundación Maria Wolff, ha determinado qué terapias no farmacológicas pueden mejorar significativamente las vidas de los pacientes y sus cuidadores, para lo cual han dividido una serie de terapias en base a su beneficio evidente sobre la enfermedad.
En el caso de esta intervención, el beneficio se obtiene porque los cuidadores "comprenden mejor la enfermedad, no generan ansiedad tan rápido y pueden organizarse mejor en el cuidado del paciente", ha explicado el coordinador del estudio, el doctor Jordi Peña-Casanova.
Otras terapias que han demostrado evidencia son la terapia conductual, que consigue evitar conductas disruptivas, la estimulación cognitiva, que mejora esta capacidad, y el entrenamiento en las actividades diarias. En general, todas estas TNF "mejoran su capacidad funcional y cognitiva, su estado de ánimo y reducen la aparición de la depresión", ha indicado el doctor.
"Estos beneficios son independientes de que los pacientes tomen o no los fármacos anti-Alzheimer habituales, incluso los efectos de los fármacos y de las TNF se suman y, además, puede ser posible que las TNF funcionen mejor combinadas con los medicamentos", ha afirmado.
Asimismo, ha indicado que aunque existen muchas TNF no todas han podido demostrar un beneficio evidente sobre el paciente y hay muchas informaciones erróneas, por lo que este estudio ha establecido grupos de terapias según los resultados ofrecidos. Para ello, han sometido a las terapias analizadas a los criterios que establece el Centro de Medicina basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Peña-Casanova ha destacado que "es fundamental que estas terapias se somentan a estudios de evidencia para que pueda ser prescrita por los médicos igual que lo hacen con un fármaco".
Además, ha explicado que aunque todavía no se pueden prescribir, muchos neurólogos ya aconsejan a los pacientes y sus cuidadores que realicen algunas de estas terapias, que en su mayor parte tienen que realizarse en asociaciones o diversas instituciones sin ánimo de lucro o privadas.
En este sentido, el presidente de Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), Emilio Marmaneu, ha afirmado que con estas evidencias pueden "exigir a las instituciones que se invierta en centros de día".
Marmaneu ha señalado que gracias a estas terapias "se podría cambiar tanto la parte sanitaria como la social, ya que estos pacientes requieren constantemente de alguien pendiente de ellos".
Fuente: europapress.es