La enfermedad de Alzheimer es muy larga y muy dura, y los cuidadores necesitan periodos de descanso para aliviar el agotamiento físico y mental. Hace dos años, la Asociación de Enfermos de Alzhéimer de Miranda (Afami) puso en marcha la unidad de noche, un servicio en el que las familias confían cada vez más y que está obteniendo muy buenos resultados.
Ahora, cuando llega el verano, este servicio roza el lleno absoluto. Las familias reservan con meses de antelación y, hasta octubre, la ocupación de las tres camas supera ya el 85%. Para los fines de semana ya no hay sitio, «sólo hay huecos en días sueltos», declaran.
Cada noche en el centro supone para la familia un desembolso de 60 euros, una cantidad que «pagan con gusto porque ellos necesitan el descanso y saben que el enfermo va a estar bien cuidado por una auxiliar». Pero esta cifra no supone el coste real del servicio, «que llega a ser el doble». Para alcanzar esa cifra, Afami echa mano de las ayudas económicas que reciben de diferentes entidades financieras. Ayer mismo, su presidenta, Eulalia Mallofré firmó con Caja Madrid un convenio por el que recibe 14.000 euros para esta unidad de noche. «No tenemos más subvenciones para este servicio, así que nos viene de maravilla», destacó.
Gracias a esta unidad de noche, las familias pueden planificar unas vacaciones o al menos unos días de descanso, algo que antes era impensable para algunas de ellas. El enfermo está atendido las 24 horas durante un periodo máximo de 10 ó 15 días, «aunque en casos excepcionales permitimos que sean más días». Durante el año, los fines de semanas los tienen completos casi siempre y la demanda se dispara también en fiestas y puentes. Por ejemplo, para el año que viene ya hay reservas en Semana Santa y en San Juan del Monte. «Esas fechas están reservadas con un año o dos de antelación. La gente ya se lo sabe y reserva muy pronto, pero nosotros intentamos que el servicio esté repartido y que no sean siempre los mismos», admitió Mallofré.
Ampliación del centro
Con 100 enfermos y una lista de espera de otras 50 personas, desde Afami llevan unos años intentando ampliar sus instalaciones. El momento ya ha llegado. El próximo mes comenzarán las obras para doblar la superficie de su local en Ciudad de Vierzón 54, que sumará un total de 500 metros cuadrados y contará con un gimnasio, una sala sensorial de psicoestimulación y un comedor mucho más grande que el actual. La inversión será de 130.000 euros (abonada con ayuda de distintas entidades financieras) mientras que el mobiliario, que suma otros 36.000 euros, lo financiará la Junta. Con esta ampliación se dispondrá de espacio para atender a otros 16 enfermos. No se ampliará con más camas la unidad nocturna. «Nos gustaría mucho hacerlo porque hay demanda, pero eso supondría ampliar el local con muchos más metros y es muy caro», lamenta Mallofré.
Estudio cerebral
La presidenta de Afami comentó además que en un par de meses se reunirá con cada familia con el objetivo de que, cuando su familiar fallezca donen su cerebro o al menos se haga una autopsia. «Hay que saber el grupo cerebral y las mutaciones para que los familiares más cercanos tengan un control médico», explicó. También es necesario hacer ahora, en vida, unas pruebas genéticas.
«Tenemos que insistir a los familiares con este tema porque a la larga va a ser muy positivo y les podrán decir si la enfermedad es hereditaria o no».
Fuente: diariodeburgos.es
