Las personas mayores integran uno de los grupos de población más vulnerable frente al coronavirus Covid-19, y en el caso de aquellas que sufren enfermedades como párkinson o alzhéimer, la pandemia y los efectos derivados de la misma, como por ejemplo el confinamiento domiciliario, les afectan doblemente. Y es que todos aquellos pacientes que realizan ejercicios, terapias y tratamientos no farmacológicos en asociaciones especializadas para ello se vieron privados de ese trabajo rutinario y el contacto personal con sus monitores cuando se decretó la cuarentena a través del estado de alarma.
Pese a ello, y haciendo frente a esta insólita situación de no poder salir de casa, entidades linarenses como la Asociación Provincial de Párkinson de Jaén o la Asociación de Alzhéimer y Demencias Afines 'Conde García' readaptaron sus respectivos protocolos de actuación y amoldaron su labor preventiva con la finalidad de que sus usuarios no se quedasen sin recibir la atención y el asesoramiento que precisan. Así, ambos colectivos se sirven de las nuevas tecnologías, el envío de ejercicios a domicilio y el contacto telefónico para realizar un control y seguimiento de la enfermedad de sus pacientes, al menos, desde la distancia.
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