Cambios de humor, reírse en momentos en los que no toca y hacer bromas en situaciones embarazosas pueden ser “la antesala de los problemas cognitivos y conductuales” con los que se identifican las demencias, que se pueden prevenir “desde la infancia”.
Así lo ha asegurado este lunes Sergio Benabarre Ciria, psicólogo de la Fundación Agustín Serrate, en las jornadas Otoño para el Recuerdo, con las que se está celebrando el 25 aniversario de Alzheimer Huesca.
“Estos síntomas son más sociales y podrían aparecer en las personas que empiezan a desarrollar la demencia. Hay estudios que dicen que aparecen hasta nueve años antes de que se produzca el primer diagnóstico y, aunque son cosas a las que no damos mucha importancia, pueden tenerla”, ha contado el experto antes de su ponencia en el salón de actos de Bantierra, que fue presentada por Javier García Antón, director de DIARIO DEL ALTOARAGÓN.
Sergio Benabarre ha explicado que las señales tempranas de esta enfermedad se pueden dividir en dos grupos: “Las cognitivas, que podrían manifestarse como fallos de memoria -diferenciando siempre entre los que se deben a la edad y los que no-; y las conductuales, que serían los cambios de conducta fuera de lo normal como, por ejemplo, la apatía”.
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