Investigar en necesidades médicas no cubiertas y entender los mecanismos de las enfermedades son los dos objetivos principales del Instituto Novartis para la Investigación Biomédica (NIBR). Una tarea centrada en estos momentos en tres áreas principalmente: la fragilidad, las plagas y la terapia génica, tal y como detalló Mark Fishman, presidente de este Instituto, durante la celebración de la jornada 'Innovating for Patients' en Basilea, Suiza, sede de la compañía.
En la primera de estas áreas, la dedicada al estudio de patologías que producen dependencia, la compañía se encuentra actualmente investigando, por ejemplo, en la pérdida de audición bilateral grave, un problema que afecta a más del 10 por ciento de las personas mayores de 65 años. Aquí, Novartis tiene un ensayo clínico en fase I/II con un adenovirus recombinante, CFG166, que ya ha demostrado su eficacia en modelos animales. Además, la compañía tiene también en marcha dos ensayos con el anticuerpo monoclonal BYM338, uno en miositis por cuerpos de inclusión esporádica (fase II/III) y otro en sarcopenia (fase II). En fallo cardiaco, Novartis investiga la capacidad de CLR235 para estimular la contractibilidad del corazón.
Otro de los retos en investigación de la compañía suiza es el alzhéimer. Aquí, los estudios están centrados en lograr el bloqueo de la formación de placas de beta amiloide en pacientes aún sin síntomas. Y es que, en opinión de Fishman, el problema de los pocos avances terapéuticos en esta patología es que se administran fármacos a pacientes ya muy avanzados en su neurodegeneración.
Las resistencias antibióticas y la aparición de nuevas infecciones bacterianas para las que no existe todavía un tratamiento