Madrid, 23 feb (EFE).- Dos enfermedades neurológicas, el alzhéimer y la ELA, esclerosis lateral amiotrófica, se han convertido hoy en protagonistas de los Óscar por su papel en los premios a la mejor actriz, Julianne Moore, y al mejor actor, Eddie Redmayne.
Julianne Moore ha conseguido la estatuilla por "Siempre Alice", como la doctora Alice Howland, diagnosticada de alzhéimer, que no se rinde ante la enfermedad y que aprende a convivir con ella.
Eddie Redmayne ha ganado el óscar por su interpretación de Stephen Hawking en "La teoría del todo", que recoge cómo aparece en la vida de este científico la ELA y cómo lucha contra ella.
La enfermedad de Alzheimer es una patología neurológica que no se cura y cuya causa se desconoce; se caracteriza por el deterioro progresivo de las facultades físicas y mentales de quien la padece.
Sus primeros síntomas son fallos esporádicos en la memoria y desorientación temporal y espacial; en una segunda fase, el enfermo pierde fluidez en el lenguaje y comienza a tener dificultades para realizar actividades cotidianas como vestirse o asearse.
En su fase más avanzada, la incapacidad es profunda y el paciente no puede valerse por sí solo. Desde que se diagnostica hasta el fallecimiento pueden pasar entre 10 y 15 años.
En el mundo hay alrededor de 25 millones de personas con alzhéimer y en España, unos 600.000; afecta al 10 por ciento de los mayores de 65 años y casi al 50 por ciento de quienes superan los 85.
El 75 por ciento de los familiares al cuidado de enfermos de alzhéimer sufre estrés, y el 50 por ciento, depresión.
La ELA saltó hace varios meses a los medios de comunicación y se hizo más visible en la sociedad gracias a la campaña del cubo de agua del pasado verano.
Se trata de una enfermedad neurológica, degenerativa y crónica, que afecta a las células nerviosas del cerebro causando debilidad y atrofia progresiva de los músculos voluntarios, encargados de accionar los brazos, la garganta y los músculos respiratorios, entre otros.
Esta patología provoca la parálisis de todos estos músculos mientras que el intelecto permanece intacto. Su causa se desconoce.
"Es probable que esta enfermedad se desencadene debido a la combinación de una predisposición genética y factores externos como sustancias tóxicas y virus", según el doctor Jesús Mora, jefe de la Unidad de ELA del Hospital Carlos III-La Paz de Madrid.
Según datos facilitados este fin de semana por la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay unos 3.000 pacientes con ELA y cada año se diagnostican unos 900 casos; su alta mortalidad hace que el número de afectados sea relativamente bajo.
En una nota de la SEN, el doctor Carlos Tejero, vocal de esta sociedad científica, señala que este tipo de películas "dan una visión bastante fidedigna de la enfermedad y ayudan muchísimo a fomentar la concienciación de los pacientes neurológicos".
"El alzhéimer y la ELA son enfermedades neurológicas que causan una gran discapacidad y dependencia. Además, para estas enfermedades, actualmente, no hay cura. Por lo tanto, fomentar su conocimiento es el primer paso para avanzar en la investigación, el tratamiento y el diagnóstico", añade el doctor David Pérez, director de la Fundación del Cerebro.