Los avances en células madre y su manipulación genética en el laboratorio, así como las nuevas técnicas en cultivo celular, podrían reemplazar ensayos farmacológicos que hoy en día solo son posibles en seres vivos. Esto podría ayudar a una mejor predicción “in vitro” de la eficacia y seguridad de nuevos fármacos, según afirmó Emilio Díez, vicepresidente de GSK, en el Foro organizado por Promega Biotech Ibérica con motivo de su décimo aniversario.
Así, Díez afirmó que las técnicas de gene editing van a permitir generar mejores modelos celulares y animales, tanto para medir la eficacia de fármacos como la detección de posibles efectos no deseados. Por otro lado, los avances en técnicas de detección de eventos moleculares basados, por ejemplo, en nano-fotónica, o en el uso de nuevos biosensores luminiscentes, facilitarán ensayos de “screening” farmacológicos más precisos y predictivos. Por ello, Díez valoró muy positivamente la estrecha colaboración con que trabajan las empresas Farma y Biotech para conseguir alcanzar los nuevos retos. Colaboración que, en el caso de Promega, supone contar con las últimas técnicas bioluminiscentes en ensayos celulares, que permiten la validación de dianas y la realización de ensayos fenotípicos.
De igual manera, el vicepresidente de GSK consideró “de riesgo moderadamente alto” la inversión financiera necesaria en el descubrimiento y desarrollo de fármacos. Y destacó la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), un proyecto europeo que está asignando grandes presupuestos para la financiación de proyectos en áreas donde el trabajo en colaboración permite avanzar significativamente y reducir, considerablemente, el riesgo de la inversión.
Por ello subrayó que, hoy en día, “estamos asistiendo a una proliferación de consorcios público-privados para trabajar en áreas donde una sola entidad difícilmente podría tener recursos para alcanzar el éxito”. En este sentido, puso como ejemplo las enfermedades degenerativas complejas, como el Alzheimer, o enfermedades genéticas que afectan a un número pequeño de personas en el mundo. Por último, Emilio Díez negó que la rentabilidad sea la única motivación de la industria farma a la hora de investigar. “Si en el pasado se priorizaban proyectos para el tratamientos de grandes patologías, ahora mismo impera la necesidad médica de disponer de un tratamiento eficaz y la probabilidad de éxito de conseguirlo, independientemente del número de pacientes al que vaya dirigido”.
Fuente: immedicohospitalario.es