El desarrollo de nuevas “terapias mitocondriales” abrirá nuevas vías para combatir enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la enfermedad de Huntington o la Esclerosis Lateral Amiotrófica, además de problemas articulares en personas mayores y diferentes tipos de cáncer.
Y es que, tal y como se recoge un artículo publicado en la revista American Journal of Biomedical Science & Research por el doctor Jan Tesarik, médico-científico granadino y coordinador de numerosos proyectos de investigación de la Universidad de Granada y de la clínica MARGen de esta ciudad, la prevalencia real de anomalías mitocondriales es muy superior a lo que se creía hasta ahora.
Según este estudio, hasta ahora se ponía el foco en las enfermedades hereditarias relacionadas con las mutaciones del ADN mitocondrial, transmisibles de la madre a la descendencia, origen de determinadas enfermedades raras que afectan sólo a 1 de cada 5.000 personas adultas. Sin embargo, según el doctor Tesarik “existen muchísimas más enfermedades mitocondriales que no son heredadas sino que se adquieren a lo largo de la vida de las personas afectadas”
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