Varios estudios han reflejado que el aprendizaje de idiomas es una de las mejores opciones para mantener el cerebro en forma, y está demostrado que en personas bilingües o multilingües, la aparición de la enfermedad de Alzheimer es más tardía.
Pero para reforzar esta teoría de que el aprendizaje de idiomas contribuye de forma favorable al desarrollo del cerebro, una investigación realizada en la Universidad de Lund y el Centro Umea en colaboración con la Academy Swedish Armed Forces, ha permitido determinar este desarrollo al comprobar los cambios que sucedían en reclutas jóvenes que aprendían idiomas a un ritmo rápido, pasando en tan solo 13 meses de no saber nada de lenguas como el árabe o ruso, a hablarlas con fluidez.
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