De entre las patologías más graves destaca sin duda el azheimer. Esta enfermedad degenerativa afecta no solo a la salud de quien la sufre, sino a su entorno más cercano. Como todas, es imprescindible una detección a tiempo, solo que quizás en esta el tiempo entre que aparece y se diagnostica debe ser menor para paliar en la medida de lo posible los graves efectos que provoca en el paciente.
Una de las áreas de investigación del alzheimer más punteras consiste en tratar a aquellos que muestran signos tempranos con medicamentos que pueden disminuir la producción de beta-amiloide, un conjunto de proteínas que se agrupan para formar placas dañinas en el cerebro. Los científicos creen que estas se empiezan a formar al menos 10 años antes de que se desarrolle cualquier síntoma evidente de Alzheimer.
"Cuando una persona empieza a ser consciente de sus lagunas mentales, eso es que ya tiene una pérdida neuronal significativa", explica Reisa Sperling, directora del Centro de Investigación y Tratamiento del Azheimer de Boston, a la revista de salud 'The Healthy'. "Necesitamos tratar a las personas mucho antes". Ella es una de las coautoras de un estudio de 2017 que evalúa a pacientes que todavía tienen un pensamiento normal y una buena memoria para rastrear las señales y así afrontar una detección precoz.
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