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«Lo que viene bien para el corazón también viene bien para el cerebro»

El doctor de la Clínica Universitaria de Navarra estará el lunes en el centro Ibercaja- Portales (19.30), donde dará las claves para mantener el cerebro sano y activo

El cerebro requiere de nuestros cuidados a lo largo de toda la vida y, muy especialmente, a partir de los cuarenta años por sus efectos a largo plazo. Eso sí, «nunca es tarde para empezar», asegura el doctor Mario Riverol, especialista del Departamento de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra, quien el lunes hablará en Logroño sobre 'Cómo cuidar nuestro cerebro y mantener la memoria activa'.

El cuidado del cerebro parte de una vida sana; buenos hábitos, una correcta alimentación y ejercicio físico.

Efectivamente. Para mantener el cerebro activo y en buen estado se recomienda una vida sana. Por así decirlo, todo lo que viene bien para el corazón también viene bien para el cerebro. Y, en ese sentido, evitar y controlar los factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, colesterol, tabaco; hacer ejercicio diario; cuidar el descanso y manejar el estrés son cosas que, si las tenemos en cuenta, cuidarán también nuestro cerebro. Aparte de eso, también conviene entrenarlo con una actividad cerebral enriquecedora, con una vida social activa, participando en actividades, hacer juegos de mesa, crucigramas, leer, acudir a coloquios... Son tareas que no sólo cuidan el cerebro sino que, además, lo entrenan y mantienen activo.

Son pautas válidas no sólo para el cerebro sino para todo nuestro organismo.

Sí, es un tipo de vida cardiosaludable, lo que nos recomiendan para mantener el corazón activo, para evitar infartos cerebrales o de corazón. Y después está lo específico del cerebro, que es entrenarlo para que no se atrofie.

Para este entrenamiento recomienda cultivar las relaciones sociales. Sin embargo, cada vez nos encerramos más en el mundo de las máquinas, de Internet. ¿Esto es contraproducente o es otra forma de mantener activo nuestro cerebro?

Depende. Ver la televisión, por ejemplo, puede ser algo pasivo o algo activo y enriquecedor si se trata de programas que permiten una interacción con el espectador. Y lo mismo sucede con Internet, pero por supuesto el contacto con amigos, hablar, quedar... es algo propio de nosotros como raza e implica muchas tareas cerebrales.

¿Hay diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la actividad cerebral?

No, en principio no hay pautas específicas en función del sexo.

¿A partir de qué edad debemos estar más pendientes de nuestra salud mental?

Es algo que debemos cuidar desde siempre. Si uno no cuida los factores de riesgo en edades medias de la vida puede tener mayores problemas en edades avanzadas, es decir, hay que empezar pronto.

¿Con edad media, a qué años se refiere?

A partir de los cuarenta años hay que cuidar bastante estos factores de riesgo por los efectos que tienen a largo plazo. Aun así, aunque uno haya llevado una vida poco saludable, nunca es tarde para empezar. Es decir, uno puede empezar con 70 u 80 años a caminar, a hacer ejercicio, a llevar una dieta adecuada y eso también va a tener repercusión en el cerebro.

¿Cómo son nuestros hábitos, mejores o peores que en generaciones anteriores?

Ahora nos intentamos cuidar más en cuanto a la alimentación y eso está teniendo repercusión. De hecho, la salud vascular en los países occidentales va mejorando debido a los cuidados y los fármacos. Pero, en general, tenemos una sociedad muy sedentaria y sometida a estrés, y eso pasa factura al cerebro.

Y dado que es un órgano tan complejo e inaccesible, ¿cómo saber que algo falla?

Lo propio del cerebro son las funciones superiores o temas de locomoción. Ya más centrados en la memoria, cuando nuestras actividades habituales ya no se hacen tan bien como antes es un factor que nos orienta. A partir de cierta edad la memoria ya no es la misma y esto puede ser propio del proceso de envejecimiento, pero también puede ser el inicio de una enfermedad como el alzhéimer.

¿Por qué las enfermedades neurológicas tienen más difícil tratamiento o curación que otras?

El cerebro es un órgano muy complejo y de difícil acceso. Está encerrado en el cráneo y no podemos hacer biopsias fácilmente, además tendrían mucha repercusión, nos dejarían secuelas. Por eso sabemos poco de las enfermedades neurológicas y no se avanza tanto en las enfermedades neurodegenerativas. No obstante, las técnicas de imagen cerebral y los marcadores están ayudando mucho a conocer mejor estas enfermedades. Incluso ahora podemos ver a nivel molecular lo que está pasando en el cerebro, un gran avance que espero que tenga repercusión.

¿Usted cómo ejercita su cerebro?

El día a día es suficientemente rico como para hacer una estimulación cognitiva específica, que está pensada para gente de más edad, como los jubilados, que tienen más tiempo libre y es una época especialmente indicada para cuidarse más y mejor.

Fuente: larioja.com

Con la colaboración de