No hay ninguna dieta específica que prevenga o ayude a retrasar el alzhéimer, tal y como reconocen los científicos de Irlanda, autores del estudio 'Nutritional Intervention to prevent Alzheimer’s Disease: potential benefits of Xanthophyll Carotenoids and Omega-3 fatty acids combined'. Sin embargo, han encontrado evidencias de que el consumo de ciertos alimentos concretos, como el salmón o los arenques, ricos en ácidos grasos omega 3, son beneficiosos para la enfermedad: una de las conclusiones de los investigadores del Waterford Institute of Technology -WIT- y la Universidad de Cambridge, liderados por el Dr. John M. Nolan. Los datos arrrojan interesantes hallazgos acerca de una serie de nutrientes que tienen relación con las estructuras neuronales y que, por tanto, afectan al desarrollo de la demencia degenerativa provocada por la enfermedad de Alzheimer.
Lo primero que descartan los autores del nuevo estudio es precisamente la generalización empleada en el pasado, que atribuía a algunas dietas como la mediterránea, por ejemplo, efectos beneficiosos, a pesar de que existan algunas evidencias sobre ello. Así lo señala también a Alimente el psiquiatra español Ricardo Osorio, profesor adjunto de Psiquiatría en la New York University School of Medicine y experto en enfermedades degenerativas como la demencia: “El alzhéimer es un síndrome con múltiples factores de riesgo, así que considerar la posibilidad de que una dieta mágica vaya a suponer un gran avance es, simplemente, desconocer la magnitud del problema”.
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