La melatonina es una hormona que tiene mucho éxito, si tenemos en cuenta que se encuentra no solo en el cerebro de los seres humanos, sino también en casi todos los demás animales, plantas, hongos, bacterias e incluso algas. Es tan importante que disponemos de una parte de nuestro cerebro, la glándula pineal, dedicada casi en exclusiva a producir melatonina.
La función más famosa de la melatonina es la regulación del sueño. La luz inhibe la secreción de melatonina y la oscuridad la activa. Los niveles altos de melatonina que produce la oscuridad mandan la señal a los distintos sistemas del cuerpo para que se echen a dormir.
La suplementación con melatonina, igual que la terapia con luz, tiene un efecto neuroprotector, y se puede usar para prevenir el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas propias de la edad avanzada. Además, se ha visto que los suplementos de melatonina ayudan a preservar la integridad de la membrana hematoencefálica en personas mayores, protegiendo el cerebro de la inflamación.
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