Un estudio realizado por la Universidad de Duke (Estados Unidos) ha revelado que la manipulación de las redes neuronales entre el cerebro y el intestino, que contienen dopamina, en el sistema nervioso del gusano C. elegans puede controlar la inflamación del intestino.
El cerebro y el intestino están conectados por redes neuronales que utilizan señales químicas con dopamina capaces de informar sobre la sensación de hambre y saciedad, de amor y miedo e incluso muestran la percepción de seguridad y peligro, según un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista Current Biology, ha revelado que la manipulación de las señales de dopamina en el sistema nervioso del gusano nematodo C. elegans puede controlar la inflamación en el intestino. Es decir, que el sistema inmunológico puede ser controlado usando fármacos originalmente diseñados para dirigir el sistema nervioso, como los antipsicóticos.
"Estamos hablando de un conjunto de fármacos que ampliarían el abanico de aplicaciones terapéuticas potenciales que podrían mejorar la respuesta inflamatoria, tratarían la artritis reumatoide, la enfermedad autoinmune, el cáncer, la enfermedad inflamatoria del intestino o la enfermedad de Crohn", ha señalado Alejandro Aballay, profesor de Genética Molecular y Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. Aballay y su equipo de investigación consideran que estos hallazgos indicarían que las señales de dopamina actúan poniendo freno a la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Las últimas investigaciones sugieren que la relación entre el intestino y el cerebro está implicada, además, en muchas otras enfermedades como el autismo, la ansiedad, la depresión, alzheimer y parkinson.