El presidente de la Sociedad Valenciana de Neurología (SVN), Carlos Vilar, ha lamentado la precariedad laboral en la que se encuentran "muchos" de estos especialistas, que cuentan con contratos a tiempo parcial, con becas o de guardias, y ha denunciado la falta de plazas en hospitales públicos.
Vilar, neurólogo del Hospital General de Castellón, se ha pronunciado en estos términos en el marco de la XXXIII Reunión de la SVN, que se celebra este fin de semana en el Colegio de Médicos de Valencia, y en la que se ha presentado el mapa asistencial neurológico.
De este mapa se desprende, según ha explicado, que el número de neurólogos valencianos es "claramente insuficiente" comparado con otras comunidades autónomas, a pesar de que en los últimos años se ha avanzado positivamente en este aspecto, así como en la creación de Unidades Especializadas multidisciplinares como las Unidades de Epilepsia, Enfermedades desmileinizantes o las Unidades de Demencias.
El principal problema sigue siendo la precariedad laboral, ya que "muchos" neurólogos trabajan a tiempo parcial, con becas o con contratos de guardias "en espera de que la Administración dote de suficientes plazas en los hospitales públicos", ha lamentado en un comunicado.
Por otra parte, se ha referido a los principales avances en enfermedades neurológicas y tratamientos, y ha aludido a los dispositivos para optimizar el tratamiento de los enfermos de Parkinson, a sistemas de liberación continua de dopamina, la cirugía del Parkinson o el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer con la aparición de marcadores bilógicos de esta enfermedad, además de los nuevos tratamientos anticoagulantes en la prevención del ictus.
Sobre el ictus criptogénico (patología de etiología desconocida), ha explicado que el ictus es una enfermedad "devastadora", actualmente la primera causa de mortalidad en la mujer y la segunda en el varón, y es "la principal causa de discapacidad".
El facultativo ha señalado que a pesar de todos los esfuerzos en encontrar la causa del ictus en los pacientes, en el 30 por ciento de ellos no se llega a encontrar la causa y, por tanto, "no se puede ofrecer una prevención adecuada".
En los últimos años los esfuerzos se centran en llegar a disminuir el porcentaje de pacientes en los que se encuentra la causa y su tratamiento con la llegada de dispositivos de monitorización cardiaca implantados subcutáneos que ayudarían a detectar la fibrilación auricular paroxística o la aparición de nuevos tratamientos para la prevención en estos pacientes.
Para ello hay un estudio en marcha pero el neurólogo ha indicado que sería "aventurado" hablar de ellos por el momento.
Fuente: abc.es