El sueño deficiente puede ser un signo de que las personas que están saludables pueden tener más riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer más adelante en la vida que quienes no tienen problemas de sueño, según un estudio publicado este miércoles en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Los investigadores han encontrado un vínculo entre los trastornos del sueño y marcadores biológicos para la enfermedad de Alzheimer que se encuentran en el líquido cefalorraquídeo.
"La evidencia anterior ha demostrado que el sueño puede influir en el desarrollo o la progresión de la enfermedad de Alzheimer de varias maneras -explica la autora del estudio, Barbara B. Bendlin, de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos--. Por ejemplo, el sueño interrumpido o la falta de sueño puede llevar a la acumulación de placa amiloide, porque el sistema de depuración del cerebro entra en acción durante el sueño. Nuestro estudio no sólo miró los niveles de amiloide sino otros marcadores biológicos en el líquido cefalorraquídeo".
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