Luis Montoya Morales es un claro ejemplo de que la edad no es obstáculo en ocasiones para trabajar por el bienestar de los demás. A sus 84 años, este albaceteño, miembro de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA-Albacete), participa en la iniciativa El café de los miércoles, promovido desde la organización, y centra su vida en el cuidado de su esposa, Dolores, con la que lleva casado más de 60 años y que padece esta cruel enfermedad desde finales de los 90.
Con una envidiable lucidez y energía, Luis nos dice que él fue uno de los promotores de esa actividad y, con el paso del tiempo, han logrado reunir a más de 30 cuidadores «que aprovechamos esa cita para recuperar, de alguna forma, el tiempo libre perdido al dedicarnos de lleno al cuidado de los enfermos».
«Somos personas que voluntariamente renunciamos a nuestra vida social o de ocio y estos encuentros nos sirven de aliciente, porque es tremendamente satisfactorio compartir experiencias y vivencias entre nosotros», afirma.
Como panadero jubilado que es, suele llevar a esas citas algún producto de repostería, «cada miércoles hago una cosa: bizcochos, pastas, mantecados... que acompañamos con el café mientras transcurre una animada tertulia», nos dice.
Luis nos informa que desde AFA-Albacete también reciben ayudas, por ejemplo una grúa para poder incorporar a su mujer, cuya enfermedad está en fase muy avanzada. «No puede andar, prácticamente no se comunica, ni me reconoce..., es como un bebé que necesita todas las atenciones; lo mejor que puede hacerse por ella es darle el máximo de cariño, eso sí lo comprende».
Sobrelleva esta labor con la ayuda de su hija -«que todas las tardes viene a echarme una mano, la aseamos y la arreglamos para darle un pequeño paseo en silla de ruedas», apunta- y con una mujer que va a su domicilio por la mañana.
Luis Montoya tiene claro que lo mejor para su esposa es continuar en el hogar familiar, por ello tuvo que hacer algunas reformas en su vivienda, entre otros realizar un salvaescaleras para poder evitar unos escalones de acceso a la misma. En este sentido, nos confiesa que la Ley de Dependencia supone un pequeño alivio, «pero es claramente insuficiente, desde luego no llega a cubrir, ni de lejos, todo lo que se necesita para afrontar una situación así».
Sensibilización. Considera que la enfermedad de Alzheimer ya es bastante conocida entre los ciudadanos, aunque, en su opinión, nunca están de más nuevas campañas informativas y de sensibilización, «porque es la enfermedad del siglo XXI».
«Todos los días 21 de septiembre aquellos que podemos salimos a la calle a informar y a recaudar donativos para hacer frente a los proyectos y programas de la Asociación, porque creo que la labor del voluntario es formidable y absolutamente necesaria», concluye.
Fuente: latribunadealbacete.es