Con el paso de los años el cuerpo y sus funciones van perdiendo parte de su capacidad máxima, ya que las células y los órganos se van deteriorando. Como en todo, el llevar hábitos de vida saludables puede hacer una gran diferencia. En este post, nos centraremos en las actividades y buenas costumbres que se pueden adoptar para mantener el cerebro sano y funcionando.
Actividad física regular
El ejercicio físico es una de las claves a tener en cuenta: no sólo fortalece los músculos del cuerpos sino también las células cerebrales, potencia las conexiones entre ellas y estimula la creación de nuevos lazos. Además, mejora la irrigación sanguínea, por lo que previene problemas cardiovasculares, al tiempo que reduce el riesgo de Alzheimer y de otras demencias.
Según estudios realizados al respecto, el ejercicio más beneficioso para el cerebro es el de bajo impacto, lo que, combinado con dieta sana y actividad mental, tiene una influencia más que positiva sobre este órganos y su función cognitiva.
Entre las actividades físicas, se recomienda: caminar o trotar ligero, andar en bicicleta, bailar, jugar al fútbol, cultivar el jardón o bien saltar a la cuerda. ¿Cuál prefieres?
Alimentación saludable
Una alimentación deficiente es otro factor importante. Puede conducir a aumentar el colesterol, el peso y el azúcar en sangre, todos puntos relacionados con los trastornos cardiovasculares y, así también, con la salud cerebral.
La alimentación debe ser baja en grasas y en colesterol, y aportar abundantes nutrientes y antioxidantes a través del consumo diario de vegetales verdes, frutas, cereales y proteínas magras.
Alimentos recomendados para el cerebro: espinacas, brócoli, brotes de alfalfa, remolachas, cebolla, coles de bruselas, pescados azules, semillas y frutos secos, entre otros.
Sociabilizar
El mantener relaciones sociales, conocer gente y rodearse de compañía que sea de nuestro interés es importante también para desarrollar y mantener nuestras funciones cognitivas. Conversar, participar de actividades culturales o incluso practicar algún deporte colectivo son factores de protección y prevención del deterioro cognitivo.
Bajar el estrés y mantener la calma
El estar sometidos a contante presión y estrés, tanto físico como mental, también mina la salud cerebral. Lo mejor es afrontar las cuestiones diarias con actitud positiva y mantener la calma, más allá de lo estresante de la situación.
Descanso adecuado
El dormir es algo vital: por las noches, el cuerpo descansa y se regenera, y el cerebro se mantiene en una actividad pasiva realizando funciones que durante el día no puede realizar. Durante el descanso se consolida la memoria de las experiencias vividas y los nuevos conocimientos adquiridos, al tiempo que se elimina todo lo que no sirve.
Se recomienda llevar un patrón de sueño adecuado y respetarlo. El mínimo aconsejado de descanso es de siete horas, sin interrupciones, aunque hay quienes se sienten bien con menos o más tiempo.
Fuente: vitadelia.com