Cuando se prepara un nuevo comienzo -y los inicios cada uno los pone a principios de año o una vez se acaban las vacaciones de verano- un decisión muy extendida es la de establecer los retos que empujen a trabajar cada día hacia la meta. Ocurre en los empleos, en el plano formativo o incluso en el ámbito personal. Sin embargo, esta tarea habitual se ha convertido en imposible para muchos, que lo único que pueden hacer es seguir luchando para mantenerse a flote. Le está ocurriendo a muchas entidades de ayuda mutua, esos colectivos que se implican en la atención a personas dependientes, y que sin recursos ven en peligro su labor. Es el caso de la asociación de familiares de enfermos de alzheimer Afa Vitae. O de la asociación de Afanas de la ciudad. Ambas pasan por dificultades económicas ante la falta de entrada de liquidez en sus cuentas, entre otras cosas por los retrasos en los pagos de la Administración andaluza.
La presidenta de Afa Vitae, Mari Pepa Rodríguez, siempre ha sido alguien con la vista en el horizonte, con la cabeza en proyectos de futuro. Quería crear, por ejemplo, un centro de investigación junto a la residencia existente en Camposoto. El sueño tendrá que esperar. Sobre todo, porque los números no salen. "Nos han recortado las plazas concertadas y encima no las ocupan", lamenta esta mujer que habla de nueve camas concertadas menos en residencia, además del recorte en la unidad de estancia diurna. Eso les ha llevado a cerrar dos de sus salas. "Tengo veinte personas en el ERTE (expendiente de regulación de empleo temporal) y me sobra personal por esta medida que hemos tenido que tomar", muestra preocupada por la situación.
En el caso de Afa Vitae les adeudan las cantidades de estancia diurna -"un pago que sería fundamental", reconoce- de marzo en adelante. "Puedo aceptar que tarden dos meses en pagar, pero no tanto. Se esperaba que se pusieran al día ahora en agosto, pero es mentira", apunta. Con todo, sigue pagando religiosamente y no adeuda ninguna nómina al personal, que incluso ha cobrado la extraordinaria.
Por todo ello, sobre la pregunta de nuevos retos a partir de septiembre, Mari Pepa responde contundente: "Mantenernos, que no es poco".
Tampoco va la cosa bien para Afanas. Su gerente, Francisco Ramírez, responde directamente: "Todo sigue igual". Para la unidad de día el último mes pagado es febrero, por lo que el dinero que les deben es mucho. Hasta tres y cuatro meses de residencia tampoco han sido abonados. Y a eso se suma que las líneas de crédito están agotadas. Esa falta de dinero en las cuentas ha motivado que sus trabajadores no hayan podido cobrar la nómina del mes pasado completa, sólo el 50%. "Y no sabemos si podremos pagar el próximo mes", advierte Ramírez, visiblemente molesto por esta situación, a la vez que preocupado por que "la Junta no tiene fondos". Son, puntualiza, casi un centenar de profesionales afectados por este problema económico.
Fuente: diariodecadiz.es
