Aunar la beneficencia con una práctica deportiva tan saludable como el senderismo, que a su vez te permite hacer turismo en pleno entorno natural y mejorar tus condiciones físicas. Esos son los objetivos cada año de la marcha que organiza la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de la Axarquía, con sede en Vélez Málaga.
En su sexta edición, esta actividad congregó a más de un centenar de participantes –un récord después de que se aplazara el domingo anterior por la lluvia–. Familias enteras disfrutaron de los coloridos paisajes de Comares, balcón de la Costa del Sol más oriental y puerta septentrional del parque natural de los Montes de Málaga, además de superar el reto de ascender desde la pequeña localidad de Los Ventorros hasta la cota de 720 metros de altitud de la llamada Mesa de Masmullar.
Ese enclave que ofrece vistas incomparables de Torre del Mar, Periana, Iznate, Benamocarra, Cútar o Benamargosa hasta alberga los restos de una antigua alquería, como testimonio vivo del alto valor estratégico que alcanzó esta atalaya en la época de la dominación árabe de la Península.
Afadax, como es conocida la reseñada asociación, argumenta que el Patronato Deportivo Veleño elige cada año la ruta, de manera que se puedan cubrir los objetivos marcados, a la vez que se logran recaudar fondos para la atención de enfermos de Alzheimer en sus talleres. Y se abre hasta una lista de espera, "donde contribuir con la causa si por cualquier motivo no se puede asistir", como afirma el presidente de este colectivo benéfico, Ismael Almanzor Serfaty.
A las ocho de la mañana, todo estaba ya listo para la partida. En la estación de autobuses de Vélez Málaga, autocares proporcionados por el Patronato veleño trasladaban a los participantes hasta el casco histórico de Comares. En la primera parte del trayecto programado se visitó la zona más elevada de este pintoresco municipio y de inmediato se descendió, por calles de serpenteante trazado mudéjar, para recorrer a continuación el camino que sirve de circunvalación hacia Colmenar.
No tardaron en verse los primeros paisajes primaverales, plagados de flores que casi cubrían al completo el abanico de color del arcoiris. "El invierno tan lluvioso nos ha dejado vistas que llevábamos años sin poder ver en esta zona. Los que peor lo llevarán serán los alérgicos", explicaba un lugareño a varios integrantes del grupo, identificados todos por las camisetas de un mismo color –este año, fucsias– que se reparten al abonar la cuota solidaria establecida en diez euros. Una pequeña ayuda por una gran causa.
Fuente: laopiniondemalaga.es