La molécula HDHA. Es mucho camino el que queda por averiguar sobre la enfermedad de Alzheimer y otras patologías neurodegenerativas. Pero poco a poco se van dando pasitos o pasos de gigante, según la óptica desde la que se mire. Pablo Escribá, socio de la empresa salmantina Apointech, ha dado una zancada gracias a la creación de HDHA, una nueva molécula basada en aceite de pescado que permite recuperar en ratones los niveles normales de lípidos que se ven alterados por esta enfermedad degenerativa.
Resultados. «Hasta donde yo sé, ésta es la única molécula capaz de revertir totalmente el deterioro cognitivo y frenarlo en seco», explica. En principio, dice este investigador, tiene un efecto duradero si el tratamiento se mantiene a lo largo de toda la vida, siempre teniendo en cuenta que el envejecimiento natural de las personas está ahí y sigue su curso natural. Los resultados que ya se han obtenido son «prometedores», pero que hasta dentro de tres o cuatro meses no podrán hablar sobre posibilidades y plazos de comercialización.
«Detiene la destrucción». Este equipo comenzó a trabajar hace 10 años aproximadamente en la síntesis de esta molécula. Tras obtener esta diana, comenzaron a estudiarla para ver su eficacia y analizar los resultados tanto en modelos celulares como animales. «Pronto nos dimos cuenta de que detenía la destrucción y muerte de neuronas e inducía a la regeneración neuronal».
Las membranas. Hasta el momento, el DHA sí que frenaba los efectos del Alzheimer, pero solo los primeros meses, después tenía muy poco efecto. «Es un omega 3 que se ha recomendado para el desarrollo neuronal de los niños, de las madres embarazadas o que están dando el pecho, sin embargo, para los pacientes con Alzheimer se queda corto», apostilla el socio de Apointech. ¿El origen? Estos investigadores miraron hacia otra dirección. Se dieron cuenta de que las membranas de los pacientes con esta enfermedad pierden determinados lípidos, y buscaron la manera de reemplazarlos. Es «clave» el paso que se ha dado, pero el Alzheimer tiene dos problemas: la detección precoz y la lucha contra la evolución.
Fuente: elmundo.es