neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson, ya que son síntoma de estas y a la vez están involucrados en su desarrollo, con lo que su tratamiento podría ayudar a retrasar el inicio de la demencia o ralentizar el deterioro de los pacientes ya diagnosticados. Los científicos han constatado numerosas evidencias que señalan la relación de estos problemas, ya que las aletraciones del sueño aparecerían años antes que los primeros síntomas de la demencia, lo que los convierte en una señal de alerta.
Por este motivo, se ha puesto en marcha un proyecto de investigación conjunta para la prevención de la enfermedad de Alzheimer entre la Universidad Pablo de Olavide y el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, con el que se podría conducir a la incorporación de recomendaciones de mejora en la calidad del sueño como medida preventiva para reducir la prevalencia de esta patología neurodegenerativa.
Para más información: La Razón