El realizador Oskar Tejedor (Legazpi, 1968) presentó ayer en Eibar su documental 'Cuidadores', en el que personas a cargo de enfermos de Alzheimer hacen llegar a la audiencia las consecuencias que sufren tras cuidar a un afectado de demencia degenerativa. En la película, son ocho los cuidadores que desvelan sus particulares historias. Una proyección organizada en colaboración de AFAGI (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Gipuzkoa) con motivo del Día Internacional del Alzheimer.
-¿Por qué se embarcó en un proyecto de estas características?
-Es algo que yo había vivido en casa. Mi madre sufrió un gran desgaste tras cuidar de mi padre, que tenía Alzheimer. Fui testigo de la evolución emocional que sufre un cuidador. Además, noté que era algo de lo que nadie se daba cuenta. Todo el mundo se centraba en el paciente de Alzheimer pero nadie reparaba en los síntomas que puede empezar a presentar con el tiempo un cuidador. Fue esto lo que me empujó a realizar este documental.
-Para ello, ha realizado entrevistas a diferentes cuidadores. ¿Cuáles son las experiencias y preocupaciones más comunes entre ellos?
-Lo que más les preocupa es la invisibilidad de la sociedad hacia la labor que desempeñan. Trabajan en una soledad muy palpable, en aislamiento. Además, durante el proceso, surge todo un maratón de sentimientos: la desesperación por el amor que sienten por la persona con Alzheimer; o el sentimiento de culpa, porque quieren lo mejor para ellos y no saben como hacerlo bien. Todo ello va desgastando poco a poco al cuidador, y muchos de ellos acaban con fuertes depresiones. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos el cuidador es un familiar del enfermo, la mujer, el marido o algún hijo o hija. Por lo general, se autoasignan ese papel y se van implicando poco a poco hasta que no pueden dar marcha atrás.
Reacciones
-¿Qué disposición a ser entrevistados presentaron los cuidadores? ¿Necesitaban hablar?
-Hay algunos que al principio se cierran en banda. Se piensan que es algo que sólo les ocurre a ellos. Pero cuando ven que les entiendes, que hay más gente que ha pasado por la misma situación, es cuando empiezan a hablar. Es entonces cuando te lo cuentan todo, y lo cierto es que les ha venido muy bien. Mi función ha sido la de facilitarles un micrófono para que su voz sea oída, y a ellos les ha cambiado la vida por ello. Han dejado de ser invisibles y el haberles ayudado me llena de orgullo y satisfacción.
-¿Qué disposición a ser entrevistados presentaron los cuidadores? ¿Necesitaban hablar?
-Hay algunos que al principio se cierran en banda. Se piensan que es algo que sólo les ocurre a ellos. Pero cuando ven que les entiendes, que hay más gente que ha pasado por la misma situación, es cuando empiezan a hablar. Es entonces cuando te lo cuentan todo, y lo cierto es que les ha venido muy bien. Mi función ha sido la de facilitarles un micrófono para que su voz sea oída, y a ellos les ha cambiado la vida por ello. Han dejado de ser invisibles y el haberles ayudado me llena de orgullo y satisfacción.
-El documental está siendo proyectado en diferentes ciudades. ¿Qué reacciones está provocando?
-Estoy muy contento con las diferentes reacciones que está generando la película. Entre el público, los que han vivido o están viviendo este tipo de experiencias se sienten identificados, se ven reflejados, y salen con esperanza después de ver el documental. A los que nunca les ha tocado de cerca esta enfermedad, les hace reflexionar, cambiar la percepción que tenían con todo lo relacionado a las demencias degenerativas. Por otra parte, entre los profesionales del sector científico, ya hay algunos que me han dicho que están utilizando el documental como apoyo para sus terapias. La crítica y el sector cinematográfico también han tenido reacciones positivas ante este trabajo, y ya me han dado varios premios.
Fuente: elcorreo.com
-Estoy muy contento con las diferentes reacciones que está generando la película. Entre el público, los que han vivido o están viviendo este tipo de experiencias se sienten identificados, se ven reflejados, y salen con esperanza después de ver el documental. A los que nunca les ha tocado de cerca esta enfermedad, les hace reflexionar, cambiar la percepción que tenían con todo lo relacionado a las demencias degenerativas. Por otra parte, entre los profesionales del sector científico, ya hay algunos que me han dicho que están utilizando el documental como apoyo para sus terapias. La crítica y el sector cinematográfico también han tenido reacciones positivas ante este trabajo, y ya me han dado varios premios.
Fuente: elcorreo.com