Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

Nala, un cachorro para las terapias contra el alzhéimer

El programa Actividades Asistidas con Animales para enfermos de alzhéimer alcanzó ayer su tercera sesión con un cachorro de Labrador Retriever en el centro terapéutico de día Afal. Nala, de apenas cinco meses, es el centro del programa actual. Los pacientes interactúan con el perro, cepillándolo y jugando con él. Rebeca Freire, encargada de dirigir el ejercicio, les ayuda a participar a todos mediante preguntas o colaboración en las tareas.

Noelia Ríos, coordinadora del programa, afirma: «Esto les ayuda a retener información, porque se trata de una experiencia agradable, tanto a nivel sensitivo como emocional. Muchos comentan, incluso, recuerdos muy antiguas, de momentos con su familia y sus mascotas».

Además, los pacientes también son testigos del crecimiento del animal, lo que les ayuda a vincularse más con él. Al ser ejercicios altamente interactivos, estimulan mucho a los participantes, lo que provoca que estén más atentos y centrados de lo normal.

Milagros Prieto, directora del centro, afirma que «los técnicos saben sacarle partido a cualquier situación. Anteriormente realizamos terapias con caballos, pero también con gusanos. Se trata de que interactúen con seres vivos, de manera que gente sin experiencia previa logre involucrarse, porque son ejercicios gratificantes y estimulantes».

Las actividades se realizan de forma semanal y, al aportar una experiencia sensitiva y emocional, se activa su reminiscencia, de manera que suelen recordar las sesiones anteriores.

«Es útil para todos los usuarios -explica Noelia Ríos-, independientemente del nivel de la enfermedad en que se encuentren. Tratamos de mantener la actividad cognitiva, pero también a nivel físico, porque las actividades fomentan la psicomotricidad y creamos un entorno en el que el enfermo se sienta seguro».

Fuente: La Voz de Galicia

Con la colaboración de