La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y representa uno de los mayores desafíos mundiales de la salud, ya que afecta a una de cada diez personas mayores de 65 años. Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos y muchos fármacos resultan ineficaces debido a la incapacidad para llegar y ser retenidos dentro del cerebro de manera eficaz.
El Laboratorio de Polímeros Terapéuticos de la Fundación Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), que lidera María Jesús Vicent, trabaja para superar las diferentes barreras biológicas desarrollando nanosistemas poliméricos que permiten el transporte a través de la barrera hematoencefálica (BHE) -que protege el cerebro de sustancias que circulan por la sangre y que dificulta la entrega del tratamiento-, para su uso como agentes de diagnóstico y sistemas de liberación controlada de fármacos.
"Hemos desarrollado una plataforma de portadores poliméricos con diferentes arquitecturas capaces de transportar fármacos o sondas de imagen para su uso como vectores para el trasporte activo a través de la BHE, utilizando vías de acceso que el propio cerebro utiliza para captar nutrientes necesarios", según ha explicado Vicent a Diario Médico.
Son arquitecturas polipeptídicas que se organizan espacialmente de forma dirigida y permiten controlar no sólo qué cantidad de fármaco se incorpora, sino que una vez pasada la BHE es capaz de liberar estos fármacos de forma controlada.
Aroa Duro-Castaño, investigadora del grupo que, en colaboración con otro científico del CIPF, Vicente Jesús Nebot, ha desarrollado el proyecto, señala que estos sistemas "se han diseñado como terapia neuroprotectora y neurorescatadora para Alzheimer mediante la incorporación de una combinación de fármacos. Además, se han incorporado sondas de imagen para poder monitorizarlos mediante diferentes técnicas de imagen de uso clínico, como resonancia magnética y tomografía computarizada".
Evaluación
Asimismo se han ensayado de forma exhaustiva por diferentes técnicas: "Se ha evaluado su efectividad con modelos celulares y ex vivo de la enfermedad con daños inducidos por la presencia del péptido beta amiloide, uno de las causas más aceptadas de progresión de la enfermedad. Además, su ausencia de toxicidad y prueba de que son capaces de acceder a cerebro de forma eficiente también se ha demostrado en modelos murinos de Alzheimer", señala Vicent.
En estos momentos se está validando su efecto farmacológico en diferentes modelos de neurodegeneración en colaboración con otros grupos de investigación.
Futuro
A partir de estos resultados, el CIPF está trabajando en diversas líneas de interés. "Nuestra idea es que se administren de forma intranasal, muy poco invasiva y de fácil manejo para el propio paciente. En esta forma de administración es en la que se está trabajando actualmente, no sólo para Alzheimer, sino que también para otras enfermedades neurodegenerativas", explica Vicent.
Además, estos portadores poliméricos también se están explorando en tumores metastásicos, "principalmente de mama que metastatiza a cerebro", concluye Duro-Castaño.
Objetivo: que el fármaco se administre en la cantidad justa y de manera controlada
Patente
El CIPF ha presentado una nueva solicitud de patente europea, fruto del trabajo del Laboratorio de Polímeros Terapéuticos, centrada en la obtención de diferentes arquitecturas poliméricas basadas en poliglutamatos funcionales y su aplicación para el transporte de fármacos
Proyectos
El grupo de María Jesús Vicent investiga también el transporte de anticancerígenos dirigidos a nuevas dianas moleculares y su combinación; el desarrollo de nuevos y complejos sistemas poliméricos con estructura definida, y el tratamiento de enfermedades degenerativas.
