Se han recibido quejas de personas a las que se les aprobó ayudas a la dependencia en julio del 2008 y todavía no han cobrado. Aunque lo reciban con carácter retroactivo se les plantean muchos problemas para vivir el día a día por falta de recursos.
El tema es que la propia definición de plazos que se establecen en la aplicación de la Ley de Dependencia hace que el proceso sea largo porque primero hay que valorar a las personas y estamos cumpliendo los dos meses de plazo. Después hay que diseñar un plan individualizado de atención y ofrecer después el servicio. En términos generales estamos cumpliendo los plazos de la Cartera de Servicios (cinco meses para atención en el domicilio) pero el proceso resulta largo. Uno de los retos que tenemos que plantear en el Consejo Territorial es intentar mejorar esos plazos. En una situación generalizada, vamos mejor que el resto de comunidades en plazos, pero aún así reconozco que pueden ser largos para las familias.
¿De cuánto tiempo de espera estamos hablando?
Puede haber casos de un mes respecto a los plazos que deberíamos tener y no es mucho.
Hay colectivos (alzheimer, parkinson, etcétera) que no están siendo valorados como dependientes porque el baremo y el test se centra exclusivamente en temas físicos y no neurológicos. ¿Se ha pedido la modificación del baremo desde Navarra?
Estamos en un momento de revisión de la Ley de Dependencia, y hay que revisar el baremo. Navarra lo va a defender. Hay colectivos que se quedan fuera del sistema de atención y que nosotros creemos que deberían estar dentro como pueden ser las personas con alzheimer pero hay muchos colectivos con muchas especificidades. Quizás se podría ajustar más el test para dar una respuesta real a sus necesidades. Estamos trabajando de forma específica con la ONCE y otras asociaciones de discapacitados o de enfermedades concretas para que cuando vayan los evaluadores entiendan bien las circunstancias de sus dependencias. Aquí en Navarra tenemos un equipo valorador muy bueno que, además, lo están llevando a otras comunidades autónomas de modo que tenemos un trabajo hecho que nos va permitir hacer una propuesta. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la persona dependiente es la que necesita un apoyo continuo, no la que sufre una enfermedad grave o la discapacitada. Hay mucha confusión.
¿Se están produciendo este año recortes de las ayudas destinadas a asociaciones que prestan servicios que no ofrece la Administración?
Al revés, se ha aumentado el presupuesto. Lo que sí se está exigiendo es que justifiquen el número de socios realmente afectados, al margen de familiares y amigos.
¿Ha habido restricciones presupuestarias en el departamento como ha ocurrido en otras áreas?. El año pasado hubo partidos que criticaron trasvase de partidas de la dependencia para la renta básica.
Nunca hemos tocado ni una sola partida para la dependencia. Son derechos garantizados.
El departamento anuncia ahora cambios las ayudas que se aplicaron en su día para la atención en el hogar. ¿Qué ocurrirá si los familiares no pueden cuidar al dependiente pero tampoco llevarlo a una residencia?
Los familiares tienen muchos apoyos, se les da formación a los cuidadores, pueden compatibilizar las prestaciones que es algo muy importante, por ejemplo pueden tener un servicio de atención a domicilio. Si una persona trabaja ocho horas es complicado pero para eso existen las residencias. Un dependiente moderado en cambio puede estar en su casa con una persona que trabaja ocho horas. Lo que hemos hecho es ajustarnos a la normativa estatal. Cuando comenzamos con la aplicación de la ley lanzamos dos modalidades y ahora se convierten en una. Ya no habrá ayudas para contratar personas o servicios en el hogar.
¿Qué ha conseguido el programa Concerdep con un concierto masivo de plazas privadas de residencias?
Con Concerdep no hay listas de espera. Tenemos todas las plazas públicas lo que siempre va unido a parámetros de calidad. Cuando pides una plaza, pides una serie de servicios, unos ratios de personal, de servicios y de condiciones en la atención.
¿Cuál es el principal reto de la Ley de Dependencia?
Consolidar el modelo, crear una estructura que permita hacer un sistema más ágil y eficiencia y con una atención si cabe más ajustada a sus necesidades. El sistema ya es una realidad y hacemos una valoración positiva, pero entendemos que hay que consolidarlo.
Fuente: noticiasdenavarra.com
