Neuronas individuales del sistema olfativo afectadas por el estrés oxidativo originan la pérdida de olfato y provocan además el Alzheimer o el Parkinson, según una investigación. Un tratamiento con antioxidantes previene la disminución del olfato y retrasa las enfermedades neurodegenerativas.
Una investigación sobre el sistema olfativo de la mosca de la fruta ha descubierto que la reducción del olfato propia de la edad no se debe a una degeneración del sistema nervioso, sino a los efectos del estrés oxidativo sobre unas neuronas específicas del sistema olfativo.
También ha descubierto que el daño que este estrés oxidativo causa en esas neuronas del sistema olfativo está en el origen de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, y que ese daño puede corregirse mediante resveratrol, un antioxidante que se encuentra en varias plantas y especialmente en la piel de las uvas rojas, las grosellas, las moras y los cacahuetes.
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