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No hace falta inventar dietas nuevas para combatir la enfermedad de Alzheimer

En España hay una gran cantidad de factores ambientales que contribuyen a que podamos mantener una vida saludable. Hay muchas horas de luz y nunca deja de promocionarse nuestra famosa dieta mediterránea. Sin embargo, los hábitos alimentarios han cambiado, ha aumentado la obesidad infantil hasta niveles preocupantes y también se propaga el sedentarismo. Con ello, cada persona “gana papeletas” para sufrir algún tipo de enfermedad neurodegenerativa con el transcurrir de los años. Y contra ello, “no hace falta inventar dietas nuevas”: solo hay que comer de forma equilibrada y hacer un poco de deporte.

Se ha visto así que hay dietas de alto contenido en grasa que serían perjudiciales en el Alzheimer pero que en el caso de la ELA tendrían un efecto beneficioso. Se ha comprobado que personas que llegan con un índice de masa corporal más elevado experimentan un retraso en la progresión de una etapa neurodegenerativa a otra. Es decir, estarían más protegidas frente al daño, aunque no lo evitarían, porque debemos recordar que no tiene cura”, defiende Carmen Fernández-Martos, investigadora del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

Para más información: diario.es

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