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Nos falta serenidad para mirar el alzhéimer: un enfermo bien tratado ve feliz el mundo

El trabajo de la neuróloga Alicia Berenguer es atender a personas que padecen las enfermedades más devastadoras. Por eso su objetivo es enfrentarse a ellas con serenidad para ahorrar dolores evitables

Desde que terminó su especialidad de Neurología en el Infanta Cristina siempre ha trabajado en la medicina privada de Badajoz. Primero pasando consulta en la Clínica Los Naranjos y desde hace una docena de años en su propia clínica, que empezó modestamente, apenas con tres personas, y ahora es la Neuroclínica Berenguer, que estrenó sede en marzo y en la que trabajan una veintena de profesionales que se dedican al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los enfermos con problemas neurológicos. Alicia Berenguer Boluda nació en el pueblo alicantino de Ondara en 1963 pero a los diez años ya estaba en Badajoz, donde hizo todos sus estudios, incluidos los de Medicina. Se declara rotundamente extremeña. «No sólo extremeña por voluntad propia sino también por vocación. He tenido oportunidades profesionales para irme de Badajoz, pero no he querido».

La doctora Berenguer tiene un hablar pausado, un tono de sosiego y solvencia profesional que debe ser un apreciado lenitivo para sus pacientes. Por eso llama la atención que se le enciendan las palabras cuando habla de su extremeñidad por predilección. Dice que es porque cree en esta tierra y, aunque no le ahorra críticas, está segura de sus posibilidades y del afán de mucha gente para sacar adelante sus proyectos. Y lo manifiesta con un ardor en su discurso. Mayor cuando habla de su propio proyecto. «Lo que hemos logrado aquí en los últimos años no ha sido sólo una aventura empresarial. Ha sido sobre todo, profesional, de atención médica. Porque me ha permitido hacer lo que he querido en las condiciones que he querido. Me ha dado libertad de ejercer mi especialidad. Creo, además, que hemos acertado con nuestra atención porque en un mundo como este, que exige servicios cada vez más especializados, no se dura años si las personas a las que te diriges no te valoran».

El rasgo de carácter que es el sosiego en Alicia Berenguer lo traslada también a su experiencia médica ante enfermedades tan desgarradoras como el alzhéimer o la ELA. Por eso en esta entrevista se esfuerza por transmitir, sobre todo a los familiares de los enfermos, que la tranquilidad es la mejor forma de abordarlas. «Hay mucho sufrimiento que podría evitarse», concluye.

Usted asiste a pacientes que tienen enfermedades como ictus, parkinson, alzhéimer. Son enfermedades que hoy producen más temor que el cáncer. ¿Siente que es una responsabilidad añadida a su trabajo enfrentarse a enfermedades tan pavorosas?

No estoy segura de que produzcan más miedo que el cáncer, si bien es cierto que son enfermedades que están muy estigmatizadas. Desde luego, y quizás por la familiaridad que tengo con el tratamiento de enfermedades neurogenerativas, a mí me da más miedo el cáncer.

Fuente: hoy.es

Con la colaboración de