Hasta la fecha, la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, pero varias investigaciones se llevan a cabo ya sea para prevenir o contrarrestar los efectos de esta enfermedad.
Actualmente hay dos vías principales de investigación en la lucha contra el Alzheimer, por un lado en el campo de la beta amiloide y por otro en la proteína tau. En ambos casos, se busca reducir su acumulación.
La proteína tau, presente en nuestras neuronas, puede provocar daños neurológicos cuando se encuentra en exceso. Se busca entonces, reducir dicho exceso a través de varias estrategias.
La estrategia de los investigadores de la Universidad Washington de San Luis Missouri tiene que ver con la terapia "antisense oligos", en español, terapia antisentido oligómero. Se trata de inyectar una molécula sintética llamada oligonucleótido, que va a modificar la información genética.
Antisense oligos
Las aplicaciones de la estrategia "antisense oligos", es decir a través de moléculas de oligonucleótidos, puede extenderse a tratamientos de otras enfermedades neurodegenerativas, en Estados Unidos, por ejemplo, se aprobaron recientemente tratamientos con moléculas de oligonucleótidos para dos enfermedades neuromusculares, la distrofia muscular de Duchenne y la atrofia muscular espinal. La terapia antisense oligos abre nuevos horizontes, no solo para el Alzheimer.
Entrevistados: El neurólogo Alberto Villarejo, de la unidad de memoria del hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro de la SEN (Sociedad Española de Neurología) y el investigador Félix Hernández, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, del departamento de biología molecular (entrevista de Carlos Pizarro).
Fuente: rfi.fr