Rochester, Minnesota: La sangre encierra la esperanza de convertirse en un medio para detectar la enfermedad de Alzheimer en sus primeras etapas, dicen los investigadores de Mayo Clinic. Los científicos imaginan la creación de un examen capaz de detectar en el plasma sanguíneo las firmas metabólicas distintivas que son sinónimos de la enfermedad, años antes de que los pacientes empiecen a mostrar deterioro cognitivo. El estudio acaba de publicarse electrónicamente en la revista PLOS ONE.
Los científicos analizaron muestras de líquido cefalorraquídeo y plasma de 45 miembros del Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento y del Centro de Mayo Clinic para la enfermedad de Alzheimer (15 con deterioro cognitivo, 15 con alteración cognitiva leve y 15 con la enfermedad de Alzheimer). Se detectaron cambios importantes en el líquido cefalorraquídeo y en el plasma de quienes presentaban tanto deterioro cognitivo como la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, lo más importante fue que los cambios en el plasma reflejaban exactamente los del líquido cefalorraquídeo, validando así a la sangre como fuente confiable para el desarrollo de un biomarcador.
El equipo utiliza una técnica relativamente nueva, conocida como metabolómica, que mide las huellas químicas de las vías metabólicas en la célula (glucosa, lípidos, nucleótidos, aminoácidos y ácidos grasos) para detectar los cambios. La metabolómica evalúa lo que ocurre en el cuerpo en un momento dado y con gran detalle, permitiendo a los científicos entender los procesos celulares subyacentes de las enfermedades. En este caso, los perfiles metabolómicos revelaron cambios en los metabolitos relacionados con la función de las mitocondrias y el metabolismo de la energía, confirmando nuevamente que la energética alterada de las mitocondrias es la raíz del proceso de la enfermedad.
Los científicos esperan que los cambios identificados en las vías metabólicas puedan conducir a un panel de biomarcadores, que, en última instancia, se empleen a gran escala para diagnosticar pronto la enfermedad de Alzheimer, controlar su avance y evaluar los métodos terapéuticos, señala la coautora del trabajo, doctora Eugenia Trushina, farmacóloga de Mayo Clinic.
“Deseamos emplear estos biomarcadores para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas, que pueden presentarse décadas después de que la persona empieza a perder la memoria”, comenta la doctora Trushina. “Mientras antes se detecte la enfermedad, mejores alternativas de tratamiento se podrán ofrecer”.
El estudio se financió gracias al subsidio del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental a la doctora Trushina, subsidio número R01ES020715; al subsidio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento, subsidio número AG006786; y al premio del Instituto Nacional del Envejecimiento al Centro de Mayo Clinic para Investigación sobre la enfermedad de Alzheimer, subsidio número AG016574.
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Fuente: elnuevodia.com