El cierre de centros ocupacionales y de día ha obligado al personal a una reorganización de equipos y sistemas en una velocidad meteórica. El objetivo es rebajar al mínimo las consecuencias que puede acarrear para los usuarios el confinamiento.
Los seguimientos y consultas se hacen a través de videoconferencia o por teléfono. A través de las plataformas digitales se facilitan tareas, ejercicios y pautas a seguir tanto para los usuarios como para las personas cuidadoras. Estas son más, si cabe, un pilar clave. «Están acostumbradas a pasar mucho tiempo en casa con el paciente pero no a un encierro y aislamiento como este. Aparece ahora la soledad de las cuidadoras», dice Yolanda Garcés, trabajadora social y coordinadora de la Asociación de Familiares de Alzheimer y otras demencias (Afedaba-Los Calatravos). Por otro lado, continúa, «el hecho de que todos estemos igual de aislados puede mitigar un poco esa sensación». La premisa de cuidar al cuidador se hace fuerte y desde Afedaba se brinda apoyo y seguimiento y servicio de psicología por videollamada. En la plataforma ‘NeuronUP’ programan todas las actividades para que puedan seguir y fichas personalizadas.
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