Las mujeres continúan cargando con la mayor parte de los cuidados en el ámbito familiar. No solo el de los hijos, también si una persona mayor o dependiente necesita ser atendida, son ellas las que se encargan en la mayoría de los casos. Así se desprende del dictamen anual que elabora la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, donde se añade que las mujeres se convierten en cuidadoras “no por libre elección sino por imposición económica y social”. Los recortes estatales en esta área y la mala gestión que se ha llevado a cabo en dependencia por parte del Ejecutivo regional durante una década convierten a Canarias en una de las comunidades autónomas donde las mujeres tienen mayor riesgo de asumir este papel debido a la elevada lista de espera de personas con derecho a ser atendidas por este sistema.
“La fuerza de trabajo potencial (muy feminizada) que se está derivando a los cuidados sin cobertura ni consideración es enorme”, resalta este dictamen que, aunque es del año pasado, el presidente de la organización que lo elabora (la Asociación de Directores y Gerentes Sociales) subraya hoy en día que esta característica no ha variado y que los hombres no asumen el papel de cuidador, lo que deriva “en una asignación discriminatoria de las funciones de cuidado, retroalimentando la desigualdad”.
Esta situación supone otro motivo más para secundar la huelga de cuidados, que se incluye entre las reivindicaciones del próximo 8 de marzo. Ese día, los hombres deben asumir este rol y, en los casos en los que no sea posible, las mujeres pueden colgar un delantal en la ventana en señal de apoyo a la huelga.
Las asociaciones feministas abogan por salir a la calle también a reivindicar respuestas del Gobierno central y autonómico en este sentido. “Si las mujeres paran, se para el mundo”, es el lema repetido una y otra vez estas semanas. Y hace alusión no solo al ámbito laboral sino también al doméstico, donde las tareas de cuidados siguen sin estar reconocidas.
El presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes Sociales, José Manuel Ramírez, asegura que el 94% de estos cuidados los asumen mujeres, que son las que han sufrido los recortes. En toda España, calcula que fueron despedidas 170.000 mujeres que estaban dadas de alta a través del convenio especial de cuidadoras no profesionales por los recortes.
Además, a las mujeres acogidas a este convenio también se les redujo en un 15% la prestación que recibían en toda España, de 315 euros pasaron a cobrar 270 euros al mes, estima Ramírez.
En Canarias, según los últimos datos del IMSERSO publicados el pasado mes de enero, existen 30.614 personas con derecho a ser atendidas en el marco de la Ley de Dependencia, pero solo 19.358 están siendo beneficiadas y 11.256 siguen esperando, a pesar de habérseles reconocido su derecho. Ya en el Índice DEC (Desarrollo de los Servicios Sociales), informe que elabora también esta asociación, se alertaba de la necesidad de una ley canaria que garantice los servicios sociales, una norma que ya se está avanzando en el Parlamento, aunque la propuesta fue presentada sin una ficha financiera que los respalde.
Otro de los retos marcados por esta asociación y que se debe mejorar es el servicio de teleasistencia ya que en Canarias solo 1,64 de cada 100 personas mayores de 65 años lo reciben, mientras que la media en España es de 8,89, más de cinco veces superior.
Las mujeres mayores también son más vulnerables
La Asociación de Cuidadores, Familiares y Amigos de Personas con Dependencia, Alzheimer y Otras Demencias (Acufade), ubicada en Tenerife, también estimó el pasado año que “el 90% de las personas que cuidan a dependientes son mujeres que muchas veces se ven abocadas a la exclusión social para poder atender adecuadamente a su hijo, padres, hermano o pareja”.
Para apoyar a estas mujeres han trabajado en distintas iniciativas como el tren de la felicidad, puntos de encuentro en los que cada una expone sus experiencias.
Las mujeres no solo son las principales cuidadoras (tanto de manera no remunerada como en el caso de cuidadoras que reciben prestación), el 64% de los solicitantes de ayuda a la dependencia también son mujeres.
Además, un estudio elaborado por Cruz Roja para el Cabildo de Gran Canaria detectó que la mayor parte de los ancianos en riesgo de vulnerabilidad social son mujeres. Entre las causas, se encuentra el hecho de que las pensiones que reciben son inferiores a las de los hombres, al tratarse de viudas o de mujeres que no cotizaron a la seguridad social, bien por ser amas de casa, por dedicarse a negocios familiares o por trabajar incluso por cuenta ajena, pero sin seguro. Precisamente, estas pensiones injustas que reciben los mayores y la diferencia entre sexos suponen otro de los reclamos de la huelga del 8 de marzo.
Fuente: eldiario.es
