Una reciente investigación apunta que incluso adultos jóvenes y sanos podrían tener un endurecimiento de las arterias cerebrales, cambios en el cerebro que pueden conducir al deterioro cognitivo y a la enfermedad de Alzheimer más adelante.
El estudio incluyó a 1.913 participantes del Framingham Heart Study, con una edad media de 46 ± 8,7 años, que se sometieron a imágenes de resonancia magnética del cerebro (secuencias T1 y tensor de difusión) y a una evaluación de sus arterias. Entre los adultos jóvenes sanos, un mayor endurecimiento de las arterias se asoció con una menor sustancia blanca y una integridad reducida de la sustancia gris del cerebro. Los científicos encontraron esos cambios cerebrales en personas de 40-49 años, una edad mucho más joven de lo que se había registrado antes.
Según los autores, el estudio muestra que un endurecimiento arterial creciente es nocivo para el cerebro y que estas lesiones cerebrales comienzan en la mediana edad temprana, antes de que patologías prevalentes como la aterosclerosis, las enfermedades coronarias o el ictus suelan tener un impacto.
Fuente: neurologia.com