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Ocho alimentos imprescindibles con efecto “antiaging” en el cerebro

La juventud es una condición tan deseable como efímera. A partir de los 30 años nos sentimos inexpugnables: tenemos una carrera profesional encarrilada, somos dueños de nuestra propia vida y comenzamos a crear una familia propia. En realidad, en ese momento también ha comenzado nuestro declive, o más precisamente, empezamos a envejecer. Científicos de la Universidad de Stanford han fijado tres edades críticas del envejecimiento: 34, 60 y 78 años. En el primer escalón, el proceso es casi imperceptible, pero el segundo ya es más visible y se deja notar tanto en las capacidades físicas como en las mentales. A partir de los 78 años, somos abiertamente ancianos.

Admitir estas fases no implica en absoluto dejarse llevar y no hacer nada por ralentizar el reloj biológico. Sabemos que un estilo de vida saludable es un talismán para nuestro cuerpo y nuestra mente: hacer ejercicio físico, controlar el estrés, evitar hábitos tóxicos (fumar, beber, consumo de otras drogas) y, por supuesto, una dieta sana. La importancia de la alimentación está demostrada científicamente, y la dieta mediterránea es un patrón reconocido, como pone de manifiesto un estudio de la Universidad McGill (Canadá), publicado en la revista 'Neurology' que ha constatado que las personas de 73 a 76 años que siguen una dieta mediterránea conservan mayor volumen cerebral.

Antes, un equipo de investigadores de la Universidad de Rush (Chicago), en colaboración con la de Harvard (Cambridge), diseñó un tipo de dieta específica para el proceso neurodegenerativo, la dieta MIND (acrónimo de Mediterránea-DASH Dieta Intervention para Neurodegenerative Delay), que combina alimentos de la mediterránea y la DASH (para controlar la hipertensión) rejuvenece 7 años y medio la edad cognitiva, un resultado que se publicó en la revista Alzheimer´s & Dementia.

Más información: El Confidencial

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