Óscar Negrete lleva un año de escándalo. Primero batió el récord de la hora de ciclismo en pista y recaudó 6.000 euros para el proyecto 'Unidos por un Reto' que lucha contra la enfermedad del alzheimer. Hace unos días, en Judendorf-Strabengel (Austria), logró el Campeonato del Mundo de Bomberos Profesionales en la prueba contrarreloj y en ruta. Dos medallas de oro que se suman a las otras tantas logradas en 2013 en Huesca. Ocho títulos en los mundiales que ha disputado en Bélgica, República Checa, España, Alemania y Austria, además de las Olimpiadas de Nueva York (dos oros y una plata) componen el palmarés de este bombero del Parque de Laredo que, desde 2005, no ha dejado de conseguir títulos y más títulos. Un palmarés forjado a base de gastar dinero de su propio bolsillo, sin ningún tipo de ayuda, ni laboral ni económica, algo que en eso sí le ganan, y con diferencia, sus rivales extranjeros.
Después de la 'machada' del récord de la hora logrado en el velódromo Miguel Indurain, en Tafalla, -44,1 kilómetros- Negrete descansó dos semanas y se metió después de lleno en la preparación específica del Mundial de Bomberos Profesionales, cita primordial en su calendario deportivo. Todos los esfuerzos del año van a parar a esa competición. «En 2013 -dice- hice doblete en Huesca y después estuve parado tres meses por un accidente de tráfico. Había que entrenar bien para afrontar la prueba».
La primera medalla en caer en tierras austriacas, este pasado fin de semana, fue en la prueba contrarreloj. Nueve kilómetros muy duros, en un trazado rompe piernas. «Fue una contrarreloj muy dura -señala Negrete-, con mucha igualdad. De hecho, gané por centésimas. Hicimos una media de 47 minutos y 6 segundos, que es casi de nivel profesional. El circuito, además, estaba muy peligroso por la lluvia».
Según relata el deportista afincado en Colindres, «a falta de dos kilómetros y medio estaba en el mismo tiempo que el segundo y tres segundos por delante del mejor crono. Así que me la jugué en una zona de curvas muy peligrosas donde se patinaba bastante. Allí me dieron referencias Óscar García, que viene conmigo a todas las carreras, y mi mujer Mónica. Al final llegué por delante de un alemán, Mario Kelterborn que fue la revelación del campeonato y al cual casi nadie conocía, y el italiano Domenico Angeli, que ya ha ganado también algún mundial».
En cuanto a la prueba en ruta, los organizadores habían previsto un circuito de 85 kilómetros, con una subida de 3, dos de ellos con rampas del 17%. «Esos kilómetros -afirma Negrete- fueron durísimos y ahí se decidió la carrera. Nada más salir ya se rompió el pelotón en mil pedazos. Cinco corredores: el italiano Angeli, un checo, un austriaco, un alemán y yo nos fuimos por delante. Yo ataque desde abajo en la última subida y me fui solo faltando unos 15 kilómetros para la línea de meta. Por detrás entró el italiano, a 24 segundos, y tercero fue el alemán Cristian Lamzyc, a un minuto y diez segundos. Tuvimos suerte de que no lloviera, porque había una bajada muy peligrosa por la que rodamos a 90 kilómetros por hora».
Después de colgarse las dos medallas doradas, el cántabro vio como su teléfono móvil se cargaba de felicitaciones, en especial las de sus compañeros de trabajo, «para quienes dedicó este triunfo después de haber pasado una temporada muy mala y al proyecto 'Unidos por un Reto' que es ahora mi lema».
El Camino de Santiago
Óscar Negrete, de 43 años, y once como bombero en Parque de Laredo, descansará unas semanas para, como dice, «disfrutar de mis sobrinos y hacer el Camino de Santiago con mi mujer. Unos días de tranquilidad para recuperarme». Después, comenzará a preparar otro Mundial que, seguro, será de nuevo puntuable para el deportista cántabro.
Fuente: eldiariomontanes.es