Pablo Martínez Martín es el director científico de la Unidad Multidisciplinar de Apoyo (UMA) de la Fundación Centro de Investigación en Enfermedades Neurológicas (Cien), que pretende establecer un nexo entre los campos de las ciencias básicas y los campos de las ciencias clínicas y sociales para impulsar el conocimiento en torno a las demencias neurodegenerativas y su aplicación. Los profesionales de la UMA mantienen un contacto diario con los pacientes que son atendidos en el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía (Cafrs) y con las personas encargadas de las tareas asistenciales de estos pacientes.
¿Qué es la UMA?
La UMA está constituida por seis especialidades diferentes, y es la forma en que integramos el trabajo de los profesionales del área asistencial del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía (Cafrs) con las labores de investigación que se llevan a cabo desde la Fundación Cien. Las especialidades representadas es este área son la neurología, psiquiatría, neuropsicología, geriatría, fisioterapia y sociología. En todos los proyectos que se desarrollan en el Cafrs trabajan pues investigadores y profesionales asistenciales en conjunto.
¿En qué consiste la relación de la unidad de investigación con los pacientes del Cafrs?
Siempre que haya autorización por parte del paciente, se está realizando una evaluación semestral, cuyos resultados pasan a formar parte de una base de datos que estamos elaborando para actuales y futuras investigaciones. Así, cuando se les practican análisis de sangre, por ejemplo, y siempre previa autorización del paciente, se le retira una muestra de sangre para investigación, que se almacena y se clasifica para que posteriormente, y en función de los distintos avances que va habiendo, sirva como muestra.
Si el paciente ha dado además permiso para la realización de resonancias magnéticas, se les intenta hacer una prueba al año, y si hay permiso para que cuando fallezcan se done el cerebro al Banco de Tejidos, se procede a su extracción, frecuentemente en un tiempo récord y, en consecuencia, con una calidad excelente de la muestra, dada la proximidad entre la residencia y las instalaciones del Banco.
De cara a futuro, toda esta información es casi un "tesoro", el poder disponer de tejidos cerebrales a los que se suman los datos históricos y clínicos, las muestras de sangre y las resonancias magnéticas para la investigación.
En la actualidad ya estamos utilizando estas muestras por ejemplo para el estudio de posibles biomarcadores