De diez años a esta parte los pacientes han pasado de no saber nada acerca de telemedicina, ni mucho menos, wearables, a ser capaces de tener su salud a raya en todo momento. Unidos a distintas aplicaciones móviles de salud, móviles y otros dispositivos son capaces de controlar su medicación, contactar con su médico, diagnosticar cuándo tienen un problema y “acudir” a consulta a través de la webcam. Todo esto existe y tiene ya un nombre: mHealth, la salud móvil posible gracias a la era digital.
Para un paciente común, esporádico en los ambulatorios pero que habitualmente goza de buena salud, puede que todo esto no sea más que un buen complemento, pero para las personas con necesidades crónicas significa una verdadera revolución en sus vidas.
INTERNET Y TELEMEDICINA
El paciente se “empodera” precisamente porque sabe. Una de las prácticas más extendidas desde que existe Internet es buscar en la red todo tipo de cuestiones relacionadas con la salud. De hecho, un reciente estudio demuestra que el 68% de los pacientes que acuden a consulta lo hacen habiendo consultado previamente en Internet y, por lo tanto, con preguntas concretas.
Pero consultar en Internet no basta, hay que saber cómo y dónde hacerlo. Por eso, para no caer en la pseudoinformación ni en el alarmismo, tan frecuente en estos casos, han surgido páginas específicas como Doctoralia o las apps móviles DoctorApp y Click Doctors, que sirven para consultar con verdaderos profesionales de la salud y tener respuestas verídicas y fiables.
No sólo Internet ha hecho ésto posible. La capacidad de grabar y capturar imágenes en alta definición y enviarlas a través de la red a los doctores ha ofrecido la posibilidad tener al médico en la palma de la mano a través de sencillas aplicaciones. Pero también de ahorrarse las consultas de atención primaria e incluso especializada gracias a la telemedicina, siendo España el líder de esta disciplina a nivel europeo.
La capacidad de grabar y capturar imágenes en alta definición y enviarlas a través de la red a los doctores ha revolucionado la telemedicina
La evolución es lógica, y responde a una necesidad básica. En España los pacientes pueden vivir a mucha distancia de los hospitales de referencia que cuenten con la especialidad médica que necesitan. Hasta ahora, los pacientes, o incluso los médicos, tenían que desplazarse cientos de kilómetros para realizar una consulta, que en ocasiones tan solo duraba pocos minutos, y que ahora se pueden realizar a través de la telemedicina.
Pueden beneficiarse de ella todos los pacientes que no requieran una exploración física compleja, y cada vez son más los hospitales que disponen de los equipos necesarios para las teleconsultas: equipos de videollamada, compartición de imágenes a través de servidores internos o incluso redes como Instagram, y la historia clínica digital.
WEARABLES Y GADGETS PARA EL AUTOCONTROL
Se les llama wearables pero en realidad se trata de un amplio término para abarcar aquellos objetos que los pacientes pueden llevar puestos y que le ayudan a monitorizar su salud. Pueden ser en forma de pulseras, zapatillas de correr, camisetas, colgantes e incluso lentillas. No solo en forma de “vestibles”, cada vez hay más dispositivos sencillos para el control de la salud. Incluso los smartphones han llegado en algunos casos en convertirse en verdaderos laboratorios móviles tomando y analizando muestras reales de los pacientes.
Los pacientes con diabetes, por ejemplo, cuentan con múltiples dispositivos, a cada cual más sofisticado y menos invasivo, para llevar a cabo sus mediciones, desde los glucómetros convencionales hasta las famosas lentillas que Google tiene previsto explotar y que miden el nivel de glucosa a través de la lágrima del ojo, sin necesidad de inyecciones y de forma continua, para avisar de cualquier alteración peligrosa. Otro ejemplo del control de diabéticos es el proyecto que ganó el pasado Zincshower, MedicSen, un páncreas artificial que mide en todo momento el nivel de glucosa real (para ello tiene en cuenta parámetros hasta ahora ignorados en otros sistemas, como el realizar ejercicio físico) y que funciona de forma autónoma y sin necesidad de programar para suministrar la medicación en su medida exacta.
Las pequeñas empresas dedicadas a la innovación son las que están empujando la sanidad hacia el formato mHealth
Las startups o pequeñas empresas dedicadas a la innovación son las que están empujando la sanidad hacia el formato mHealth. Wing es el producto de una de ellas. Se trata de un dispositivo que ayuda a los pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) a monitorizar un registro de la capacidad de almacenar aire con una precisión equivalente a la de los espirómetros utilizados por los médicos. Se trata de una tecnología que puede ayudar a controlar el efecto de los medicamentos en pacientes con patologías pulmonares, o incluso llegar a prevenir posibles ataques mediante el análisis de la fluctuación de los niveles.
APPS DE SALUD
Las apps de salud se han convertido en uno de los grandes negocios de los últimos años, en los que se han desarrollado ya más de 165.000, según un reciente informe de la consultora internacional IMS Health. Pero si bien son las de adelgazar y las de fitness las más populares, cada vez son más profesionales los que creen en la prescripción de aplicaciones móviles hacia una medicina más personalizada.
Hay aplicaciones específicas para todo tipo de enfermedades, y generalmente suelen ir ligadas a wearables. Sin embargo, hay algunas que son realmente sofisticadas, como es el caso del programa Leku, desarrollado por el sistema sanitario del País Vasco destinado a personas con depresión. La aplicación incluye un diario personal donde el paciente describe su estado de ánimo que se traduce a través de unos parámetros en un grado del 1 al 10 de gravedad para intervenir a tiempo a través de psicólogos.
eZaintza es una app que alerta cuando un paciente con Alzheimer se pierde
El País Vasco ha hecho alarde de innovación no sólo con esta, sino con otra app dirigida a pacientes con enfermedad de Alzheimer. Se llama eZaintza y trabaja en colaboración con el servicio de teleasistencia de la comunidad. Funciona a través de un GPS, sistema de voz y llamada de emergencia que alerta cuando el paciente se pierde. El teleoperador monitoriza la posición de los usuarios y la alarma le indica cuándo el enfermo se está saliendo de su ruta para poder avisar a un familiar de su posición.
El 50% de las camas hospitalarias están ocupadas por pacientes crónicos, que suponen un gasto para el SNS que podría recudirse con las nuevas tecnologías
Pero el alzheimer y la depresión son sólo algunas de las muchas enfermedades crónicas, enfermedades que suponen ocho de cada diez consultas en Atención Primaria y el 60% de los ingresos hospitalarios. Esto se traduce en el 70% del gasto sanitario entre el personal involucrado y, respecto al gasto farmacéutico, el 50% del gasto total. Además, el 50% de las camas hospitalarias están ocupadas por pacientes crónicos, según un reciente informe. Se trata de un gasto que se podría ahorrar de dar el salto definitivo a la salud móvil siempre y cuando ésta sea posible.
La evolución en tecnología sanitaria ha dado pasos agigantados en los últimos años hacia un mayor control por parte del paciente. Son muchas las innovaciones, pero ahora todo dependerá de las decisiones de implantar estos novedosos sistemas en la sanidad privada y, especialmente, en la pública, para que no se queden en meras anécdotas, sino en otra forma de entender la asistencia sanitaria, una asistencia más eficiente.
Fuente: consalud.es