La situación económica es complicada, a nadie se le escapa, y quienes tienen que depender en gran medida de las aportaciones que les llegan vía subvención en unos casos, y convenio en otro, de las instituciones, tienen que amoldar sus proyectos a la disponibilidad económica.
Es ese el caso de las asociaciones asistenciales que en Miranda realizan tareas que -todos lo reconocen-, desarrollan porque «la administración no atiende las necesidades de sus usuarios». Forman parte del tejido social de la ciudad y a los mirandeses les resultaría inconcebible no poder contar con ellas. Unas son más conocidas que otras pero todas se perciben ya como imprescindibles.
Fuente: elcorreo.com